Por Santiago Resnik
El Abuso: sobre “Jurassic World”, de Colin Trevorrow.
PLEGAR LO NATURAL
Cuando se manipula la magia, esta pasa a llamarse ciencia. Y, a pesar de parecer una amenaza para ‘lo natural’, a cada paso, se descubren nuevos horizontes.
Pero, ¿qué pasaría si el hombre lograra –al menos, una milésima de milímetro- plegar ‘lo natural’?; encontrar esa esquina recóndita de la ciencia que permita jugar –por un rato- a ser dios, traer seres de hace 65 millones de años o, en este caso, crear individuos que nunca estuvieron en los planos del universo. Por suerte, esto es sólo material de ciencia ficción. Pero el gran trabajo de Colin Trevorrow fue transformar en carne ese abuso tecnológico ficcional y crear un perfecto paralelo con el abuso tangible: la industria “corta-churros” de películas de Hollywood.
Un reboot (reinicio de una franquicia cinematográfica) como Jurassic World, cumple la función de traer a la vida algo ya extinto. Y he aquí la gran comparación: el nuevo mundo jurásico funciona porque repite la fórmula de su entrega original, Jurassic Park (1993). Muestra algo nunca visto. Sin embargo,ese lugar ya no lo ocupan nuestros parientes extintos, sino el nuevo avance de la genética, un “Mutantesaurus”, si así lo queremos poner.
Luego de 22 años de existencia y dos grandes errores (Jurassic Park II y III), los estudios de Steven Spielberg lograron la mejor continuación de la primera entrega – incluso superior-.
ABUSO A PUERTAS ABIERTAS
El parque del Mundo Jurásico esta vez se encuentra abierto. Ya no hay testeos de campo ni científicos vaticinando desastres o paleontólogos en busca de respuestas.
Hay un Disney World de 65 millones de años.
Hay 20 mil personas por día que se pasean por allí.
El parque lleva abierto poco más de una década y, al igual que los visitantes, los espectadores cinéfilos también ya disfrutamos de todo el esplendor de un Tiranosaurio Rex que devora abogados chupa-sangre. Esa novedad expiró.Entonces, ¿qué aportaría otra entrega que no haya sido un éxito ya muy abusado? Lo que el espectador y los visitantes del parque ignoraban es que, desde aquel evento inicial de 1993, una pequeña idea era concebida y no incluía a la Madre Naturaleza. Sin embargo, la idea apuntaba a un desquicio mucho mayor. No se basaba en animales milenarios o, mejor dicho, en un animal en particular. Si los dinosaurios ya habían vuelto a la vida y se habían adaptado al nuevo ecosistema, la novedad resultó extinta desde hacía más de dos décadas.
La pregunta aún hace ruido. Aunque debemos reformularla para llegar al carozo de la cuestión: ¿Cómo rebootear o re-violar a la Madre Naturaleza?
CUANDO SE ABUSA DEL ABUSO
Los traspiés de 1997 y 2001 evidenciaron que seguir los pasos de una naturaleza con nuevos bichos fallaba. Esto llevó a una nueva idea:le salieron patas, dos fornidos brazos con violentas garras -no como los del Tiranosaurio Rex-, un hocico prominente y un tamaño fuera de serie. Las paredes del estudio recóndito en Los Ángeles, donde esto se gestaba, fueron testigos de un parto que llevó 22 años, fueron espectadoras del primer abuso del abuso.
Si ya se había errado al repetir una fórmula, sólo restaba reformular o re-abusar o rebootear o re-violar lo preestablecido. Y no sólo quedándose en la historia de un manojo de bichos, sino – además- con la osadía de llevar hasta la aberración a todo este nuevo manoseo. Owen, el nuevo protagonista humano, interpretado por el ascendente Chris Pratt, cumple la función del reflexivo. De él no hay que perder ni una línea de diálogo. Porque él- y sólo él-va a bajar a tierra y va a iluminar al espectador. La luz irá sobre “qué pasa” en la pantalla gigante y “qué”, en las butacas de la sala.
EL ABUSO HECHO CARNE
Con las mismas manos que limpiaban Velocirraptores recién nacidos en 1993, el Doctor Henry Wu, mismo científico de la entrega original-ahora responsable de ser el autor cinematográfico de esta idea con patas, brazos, hocico y altura- esta vez limpiará, no una cría de un T-Rex, tampoco la de un velocirraptor, sino la del experimento “Indominus”. Nuevo ser, con su cadenade ADN también completa y hecho con fragmentos de otros reptiles. Pero, como ya dijimos, tanto los espectadores como los visitantes del parque no se ven sorprendidos ante lo que Madre Naturaleza creó alguna vez. Y, para replicar/aggiornar la problemática inicial de Jurassic Park en el 2015, los científicos ingenieros –guionistas-debieron doblar más aun las leyes naturales. Porque traer a la vida a un bicho de 65 millones de años no era suficiente violación. Y, entonces, el resultado tomó dimensiones sacadas de Frankenstein hasta Godzilla.
UN CABALLO DE TROYA AUTOIMPLANTADO
Más inversión, mayores ganancias y la falta total de respeto por la naturaleza y sus ciclos. Estos podrían ser los lemas de este parque de atracciones, pero también lo son para los negocios del cine más vendido del mundo. Es cuestionable que una crítica tan grande a las superproducciones norteamericanas venga, justamente, de una superproducción norteamericana. Pero he aquí el juego. Al igual que Jurassic World, otras películas han utilizado el mismo artilugio de tener un guión básico y re utilizarlo con un nuevo fin. Una suerte de Caballo de Troya. RoboCop, de 1987, dirigida por el holandés Paul Verhoeven, fue tal vez una de las primeras en usar dicho artilugio. Con los siguientes RoboCops, la mano empresarial de Hollywood hizo su trabajo y transformó el mensaje en un mero muñeco de acción. Sin embargo, en tiempos donde la moda impone que ser crítico “garpa”, Hollywood decide revivir al policía robótico, de la misma forma que a Jurassic World. Y lo hace de la mano de directores controversiales, como el brasilero- director de Tropa de Elite-, José Padilha y con Colin Trevorrow y su único antecedente fílmico, Seguridad No Garantizada.
El espectador norteamericano busca el pochoclo –con manteca si es posible-, la explosión, la vara cada vez más alta. Sin embargo, en otras partes del mundo realmente se aprecia cuando la parafernalia está en pos de algo mayor. JurassicWorld (2015) hace eso, también RoboCop (2014) y La Gran Aventura Lego –The Lego Movie- (2014). Hoy tomamos el ejemplo de los nuevos dinosaurios porque su “algo mayor” fue el abuso de las grandes producciones y la falta de respeto hacia todo lo que es vida. Aun así, si el contexto nos exige una crítica a los grandes monopolios de la información, la elegida sería RoboCop (2014). Ahora, si toca el manejo de las clases políticas con los pueblos y la represión modelo siglo XXI, sin dudas, el mejor ejemplo sería La Gran Aventura Lego (2014).Y no es coincidencia que el protagonista aquí sea el mismo Chris Pratt.
Buenisima, necesito ver estas pelis