La sospecha: Sobre nutrición holística.
Por Verónica Pérez Lambrecht
Desde la revolución industrial a esta parte, tenemos enormes avances en calidad de vida en sentido material, social, en salud, en alimentación.
De allí a esta parte, tenemos enormes retrocesos en aspectos de contaminación ambiental y alimenticia, con sus consecuencias poco saludables.
De allí a esta parte, algunos contamos con la ventaja de alimentarnos por elección, de haber tomado mayor conciencia de nuestros gustos y satisfacerlos. Sin embargo, el deseo es también horadado por la propaganda. Convivimos con varias falacias al respecto, desde que la comida sana, o natural es aburrida, hasta que es difícil cocinarla e inclusive que su acceso es oneroso. El abanico de opciones alimentarias es nimio, en comparación con el que podríamos acceder si simplemente pusiéramos en el marco de la sospecha los procesos a los que somos sometidos, no sólo por la producción en sí misma, con su quita de nutrientes en el camino, sino por el sistema económico que los impulsa y sus recurrentes mensajes subliminales. La clave parece ser –como en tantos otros aspectos- salir del ensueño, romper las barreras de nuestros propios deseos, por ejemplo, con un viraje en la alimentación: investigar.
Y en ese peregrinar en búsqueda de alternativas saludables y sustentables, Verónica Romeo, una consultora en nutrición holística, está siempre bien predispuesta a abrir puertas alimentarias, para que cada quien, con su mejor sentido de la libertad, decida y elija.
DEL PRIMARIO AL SECUNDARIO Y VUELTA AL PRIMARIO
¿Qué es un consultor (coach) de salud y nutrición holística? ¿Y quiénes consultarían, eventualmente?
Un consultor de salud y nutrición holística (o Integrative Nutrition Health Coach, como se designa en inglés) es una persona experta en integrar hábitos saludables en los ámbitos del cuerpo, lo emocional y lo mental. La función de un coach de salud y nutrición holística es guiar, acompañar y motivar a las personas, mediante la aplicación de técnicas, para que puedan lograr sus objetivos y mejorar su calidad de vida. Se consideran factores tales como la alimentación, la actividad física, la espiritualidad, la actividad profesional y los vínculos. En lo que respecta a la alimentación propiamente dicha, a diferencia de un nutricionista, los coaches de salud y nutrición holística no damos dietas, no determinamos requerimientos de macronutrientes ni hacemos diagnósticos nutricionales, sino que trabajamos con hábitos en base a las necesidades y objetivos específicos del consultante, partiendo desde sus hábitos y conductas actuales.
Apunta a quienes desean dejar atrás conductas nocivas en lo que respecta a la alimentación o a cualquiera de los aspectos del estilo de vida mencionados anteriormente. Consiste en aprender recetas/tips fáciles y nutritivas y organizarse con las comidas para mejorar la digestión y reducir la inflamación, elevar los niveles de energía, lograr un peso sostenible en el tiempo, sentirse mejor física y emocionalmente.
¿Qué te lleva a prepararte como “nutricionista holística”? Contanos acerca de los conceptos de alimentación primaria y alimentación secundaria.
En mi experiencia personal, yo comencé a trabajar en mi alimentación en una búsqueda por resolver definitivamente mis dificultades digestivas. Vivía con inflamación abdominal y acidez, hasta que me di cuenta de que no era normal sentirme así. Esos malestares empezaron a impactar directamente en mi estado de ánimo y en mis ganas de hacer cosas, incluso de relacionarme con otras personas. Quien padece de este tipo de síntomas sabrá que, cuando aparecen, inmediatamente pensamos “qué comí para sentirme así”. Sumado a eso, varios médicos me habían hablado de alimentos como posibles causales. En consecuencia, empecé a tomar cursos de cocina en la que se incluyeran ingredientes diferentes a los que venía consumiendo. Así, me acerqué más a los alimentos completos, enteros, naturales, sin aditivos, ni conservantes de ningún tipo, es decir, los que nos brinda la naturaleza con cero o poca intervención de la industria. Empezar a comer más naturalmente, con menos procesados, revirtió de manera notable mis síntomas y quise avanzar en esto para mejorar por completo y poder ayudar a otras personas. Luego llegué al Institute for Integrative Nutrition (IIN), la escuela más grande de nutrición con formación online, fundada y dirigida por Joshua Rosenthal, y cuya sede se encuentra en New York. Apenas leí el programa de estudios, me enamoré de su enfoque: nos nutrimos con los alimentos que elegimos para llevar a nuestros platos. Pero, fundamentalmente, nos nutren las relaciones interpersonales positivas, una práctica espiritual que nos dé calma y nos traiga paz, desarrollar una actividad laboral que nos dé satisfacción y disfrutar de una actividad física adecuada a nuestras preferencias y posibilidades. A esta forma de nutrirnos llamamos alimentación primaria: es la que satisface nuestra hambre emocional. La alimentación secundaria, por su parte, es la alimentación propiamente dicha, es decir, lo que comemos y bebemos. Cuando la alimentación primaria está en equilibrio, la alimentación secundaria acompaña.
BIOINDIVIDUALIDAD DESATOMIZADA
Las enfermedades desmedidas son territorio para la sospecha. ¿Quién consensuó el horizonte del aumento de expectativa de vida sin tomar en cuenta de qué calidad de vida hablamos? Un poco como los números de la macroeconomía, que nada dicen de los singulares desastres a nivel micro, nuestras supuestas longevidades nada dicen de nuestros bienestares.
¿Qué es la medicina funcional?
El Dr. Mark Hyman, uno de los mayores referente en este tema, dice que la medicina funcional busca identificar y abordar las causas subyacentes de la enfermedad. Esta perspectiva ve al cuerpo como un sistema integrado, no como un conjunto de órganos independientes divididos por las diferentes especialidades médicas. Mediante un cambio de paradigma de la medicina convencional, con su tradicional enfoque en la enfermedad, vira hacia un abordaje más centrado en el paciente, en forma integral, es decir, no se dedica simplemente a tratar un conjunto de síntomas aislados. El paciente tiene un rol activo en el tratamiento. Los médicos que ejercen la medicina funcional escuchan las historias de sus pacientes y observan cómo la interacción entre los factores genéticos, ambientales y de estilo de vida pueden influir en la salud a largo plazo y en las enfermedades crónicas. De esta manera, la medicina funcional contribuye a que cada individuo pueda manifestar su expresión única de salud y vitalidad.
¿A qué se denominan alimentos reales y por qué? ¿Por qué contrastan con los industrializados/procesados/refinados?
Hay una frase del reconocido autor y periodista estadounidense, Michael Pollan, que define a los alimentos reales de la siguiente manera: “Los alimentos reales crecen, se pudren y mueren. Los alimentos no necesitan una etiqueta con lista de ingredientes.” Simple y claro. Los alimentos reales son los que nos brinda la naturaleza: los vegetales, las frutas, las semillas, los granos, los frutos secos, las proteínas -como carnes de libre pastoreo y sus derivados-, es decir, aquellos alimentos que no incluyen ingredientes creados en laboratorios. Desde ya, muchos de los alimentos mencionados requieren de cierto proceso para que podamos consumirlos, digerirlos bien y aprovechar todos sus nutrientes. Esos procesos se pueden llevar a cabo en los hogares: son la hidratación, la cocción, la fermentación. Los alimentos refinados o ultraprocesados, por el contrario, son aquellos muy desprovistos de nutrientes por todos los procesos a nivel industrial a los que se los somete y que, además, contienen innumerables químicos con los que debe lidiar nuestro cuerpo al ser ingeridos. Bajo el lema “lograr una buena conservación y mejorar la textura, consistencia y aspecto de los alimentos”, los ultraprocesados nos alteran a nivel hormonal y a nivel de la población de microorganismos que habita nuestro sistema digestivo (microbiota). Así, generan trastornos y debilitan nuestro sistema inmunológico.
¿Cuáles son los enclavamientos en la alimentación holística?
Nota a Vero Romeo en GV
BIONIDIVIDUALIDAD: cada persona es única ,con necesidades y gustos personales y diferentes.
Como ya mencioné, la nutrición holística es un estilo de vida que entiende la alimentación como un todo: aspectos físicos, emocionales o espirituales como un conjunto, es decir, el ser humano se nutre dentro y fuera del plato. En cuanto a la alimentación secundaria, se recomienda el consumo de alimentos locales, de temporada y, preferentemente, orgánicos. Se hace hincapié en una nutrición completa con los tres macroalimentos: proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables. Se sugiere incluir una variedad de frutas y vegetales para asegurarnos la incorporación de la amplia gama de vitaminas, minerales y antioxidantes además de fibra, muy importante para el sistema digestivo. También se incluyen infusiones de hierbas medicinales, algas y especias como cúrcuma, jengibre, pimienta, canela. Se pone atención a las técnicas culinarias saludables, a fin de poder conservar la máxima cantidad de nutrientes y, por tanto, las propiedades de cada alimento. Este tipo de nutrición se basa en escuchar al cuerpo y atender sus necesidades. De esta manera, se intenta evitar todo tipo de antojo y conducta alimentaria nociva ya que, al incorporar a la alimentación la amplia gama de nutrientes de los alimentos mencionados, se evitan los desequilibrios nutricionales. Como comentaba, la nutrición holística también contempla lo que nos nutre fuera del plato. Asimismo, el organismo necesita descanso y tiempo en contacto con la naturaleza para poder llevar una vida equilibrada y saludable. El objetivo es respetar la bioindividualidad para gozar de buena salud a largo plazo.
¿Cuál es la postura respecto de las comidas y bebidas “light”?
Por empezar, desde este paradigma de nutrición, no creemos en las dietas en las que prevalece la restricción y los productos light. La restricción no nos genera hábitos saludables, para mantenernos en buen peso y con una buena salud física, mental y emocional a largo plazo. Los productos light contienen sustitutos del azúcar, realmente nocivos, como lo es el aspartamo. Hay estudios que indican que endulzantes químicos, como el que menciono, pueden causar trastornos a nivel neuronal, además de diversos problemas de salud en órganos, como los riñones, y alteraciones en nuestra microbiota.
¿Qué hay de bueno o de malo en comer carnes?
La información es clave para tomar decisiones. Cuando hablamos de la carne, es importante saber cuáles son los pros y las contras de consumirla. Las carnes nos aportan los nueve aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar. Sin embargo, hay alimentos de origen vegetal que, bien combinados, pueden proporcionarnos proteínas de buena calidad. Estos incluyen los cereales, las legumbres, las semillas, los frutos secos, las algas. Los aminoácidos son fundamentales para el organismo, dado que le permiten cumplir una multiplicidad de funciones como la regeneración de tejidos, células y músculos, la absorción y metabolización de nutrientes, la síntesis de enzimas digestivas, entre otras. Asimismo, las carnes contienen vitaminas y minerales que también contribuyen al buen funcionamiento del cuerpo, especialmente, las vitaminas del grupo B, sobre todo la B12, y minerales como el zinc, el yodo, el selenio y el fósforo. Consumir carne en forma moderada es óptimo, dado que nos aporta muchos beneficios. No obstante, es importante saber que al consumirla también estamos ingiriendo los cereales transgénicos con los que son alimentados los animales, las hormonas que se les inyecta para que crezcan más rápido, los medicamentos que se les administra -incluso de manera preventiva-, los conservantes, los colorantes y otros aditivos sintéticos, nada saludables, con los que se los trata para que su color y aspecto resulten más agradables al consumidor. Si se decide no comer carne, es importante estar bien informados y consultar con un profesional de la salud para evitar deficiencias nutricionales.
CARPE DIEM
Manifestás que priorizás el disfrute ante la restricción en la alimentación. Contanos cómo es esto.
Basándonos en el concepto de la bioindividualidad, desde la nutrición holística recomendamos a las personas no sumarse a modas en la alimentación, sino que las alentamos a buscar lo que les hace bien y a adoptarlo como estilo de vida. No compartimos el concepto de la restricción en la alimentación, porque no es algo que se sostenga a largo plazo ni que sea saludable a ningún nivel. Consideramos que una persona bien informada no necesita restringirse.
Así, por ejemplo, si tengo una reunión, comparto con gusto aquello que se pone en la mesa, ya que la vida social es parte importante de una buena nutrición.
Eso de disfrutar las actividades que uno elija, a veces, está condicionado por la falta de voluntad para sostenerlas: ¿debemos insistir, “ser disciplinados” o probar diferentes actividades?, ¿el tema es estar en acción?
Aquí también se aplica el concepto de bioindividualidad, sin ninguna duda. Lo que se disfruta y hace bien, puede ser diferente de una persona a otra. Sabemos que el movimiento es importante porque estimula la producción de endorfinas y eso nos hace sentir felices, nos ayuda a regular la presión arterial, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes, mejora la memoria y reduce el riesgo de padecer enfermedades neurológicas, como demencia y Alzheimer, prolonga nuestra expectativa de vida, entre otros beneficios. Hacer actividad física no necesariamente significa ir al gimnasio a seguir una rutina de entrenamiento. Las opciones para movernos son muchísimas y diversas según la personalidad, las preferencias y las posibilidades de cada persona. Moverse incluye bailar, caminar, correr, andar en bicicleta, hacer spinning, tomar clases de boxeo, de pilates, de entrenamiento funcional, hacer remo, natación, taekwondo. El tema es poner el cuerpo en acción para llevar una vida saludable y gozar de los beneficios del movimiento.
En estos tiempos, el balance parece una utopía. ¿Cómo podríamos organizarnos para dar tiempo a una alimentación sana y rica y a actividades que nos equilibren?
La clave es planificar y organizarse. En cuanto a la cocina, la idea es cocinar una vez para comer varios días. En mis redes sociales tengo varias publicaciones con ideas para organizar la semana. Y, en cuanto a las actividades que elegimos hacer, es fundamental priorizarlas y agendarlas como si fuera una reunión importantísima.
¿Cómo revertir la cultura alimenticia en los niños? Tanto en la alimentación primaria, con la intervención exacerbada de la tecnología comunicacional, como en la secundaria, respecto de la comida y la bebida.
Este es un tema que me interesa muchísimo, como mamá de dos niños. Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que les podamos decir, con lo cual el modelo que tengan en casa va a ser fundamental a la hora de tomar sus decisiones. Esto se aplica tanto a la alimentación primaria como a la secundaria. Si los papás pasamos mucho tiempo detrás de la pantalla del celular, es inevitable que los niños actúen de manera similar. Lo mismo sucede con la comida. Si en una casa, se toman bebidas gaseosas hay muchas probabilidades de que los niños también las tomen. En la medida que se les ofrezcan y se dispongan de opciones saludables en casa, más fácil será que empiecen a consumirlas. Por ejemplo, si no hay otra cosa que galletitas, es lógico que vayan a comer eso. Una fuente con frutas en la mesa, un vegetal que se incorpora en un plato (aun en una pequeñísima cantidad para que vayan acostumbrando su paladar), la invitación a participar en la preparación de una comida, son maneras de acercar a los chicos a una alimentación más saludable. Pero, para llegar a esto, es necesario replantearnos nosotros como adultos cómo podemos estar más presentes con nuestros hijos y qué pequeño cambio podemos hacer en casa para empezar a revertir hábitos poco a poco.
CAER EN LA RED
Las cuestiones de clase, relativas a distribución de oportunidades, salud y alimentación, no escapan a este análisis. Para unos, las metas, objetivos y sueños son pan de cada día. Para otros, el único pan es el de la supervivencia. Lo importante es comenzar, trazar caminos, inocular, como trépanos, entre las montañas de piedras de la publicidad tóxica.
En lo personal, yo valoro tu generosidad en lo que compartís a través de las redes sociales. Las redes son los mecanismos más abarcativos en todos los estratos –y, por tal motivo, revisten también de peligrosidad-. ¿Pensaste en la opción de un micro en you-tube, por ejemplo?
¡Muchísimas gracias! Para mí es un placer compartir lo que sé y poder ayudar a otras personas. Y sí, me encantaría tener un micro en YouTube.
Contanos de tus sesiones, cómo las trabajas, cuánto tiempo dura un tratamiento promedio.
Mi programa de coaching de salud y nutrición holística consta de una sesión cada 15 días durante 3 o 6 meses, de acuerdo a las metas que quiera alcanzar la persona. En cada sesión, abordamos desde la alimentación saludable y consciente hasta las distintas áreas de la vida que influyen en nuestra salud. El enfoque es holístico, en tanto que los cambios permanentes a favor de la salud sólo se logran si los pasos son graduales y firmes y, si se logra ese equilibrio en las distintas áreas de la vida.
Comenzamos con una sesión de coaching inicial donde revisamos la historia de salud del consultante y definimos sus objetivos personales. A partir de los objetivos personales, se incorporan gradualmente nuevos hábitos y se desbloquean las dificultades que los acerquen a ellos. Las sesiones se realizan en consultorio o de manera remota. Mis consultantes y yo nos comunicamos por email y ellos cuentan con mi entera disponibilidad durante el programa, en el cual les proporciono todos los recursos relevantes a su proceso personal (publicaciones, artículos, recetas).
En la búsqueda de alternativas sanas para el consumo de alimentos, a costos populares, coincidimos en un punto de encuentro: El Almacén de Ramos Generales de Luis Guillón. Allí, se generó un espacio de comercialización de productos libres de agrotóxicos directos de las quintas. La nota completa en el siguiente enlace: LA COSECHA.
La revolución muta y transmuta, como la naturaleza. Ahora, la pugna es lograr que la distribución de los beneficios sea ecuánime, balanceada, para que todos los habitantes de este planeta podamos gozar de salud espiritual, mental, social, física. Volver a la naturaleza en el sentido melancólico de que todo pasado fue mejor es sólo parte de una fantasía que deja las riendas del futuro en manos de los más sospechosos; volver a la naturaleza en un sentido de intervención cuidadosa, generosa, balanceada, equitativa, en armonía, nos permitirá hacernos cargo de este presente y de ese futuro.
Verónica Romeo es Consultora (Coach) de Salud y Nutrición Holística en el Institute for Integrative Nutrition (NY – USA). Brinda sesiones individuales de consultoría, en Canning, Ezeiza, y talleres de nutrición holística para inspirar y guiar en la mejora de la salud en un sentido completo e integrado -cuerpo, mente y espíritu, bioindividualidad de un ser social-.
Su marca: Nutrite bien, sentite genial.
Sus redes -veronicaromeo.hc- en Instagram y Facebook.
Publica también, en Green Vivant.
Foto de portada: el camino. HAP
Registro fotográfico Juan José Stork: Instagram JJS