La persistencia: Lo que persiste y lo que no de mi infancia
EL LUGAR SECRETO DE LO QUE NO ME ACUERDO
Por Milena Penstop
Hay cosas que persisten desde que soy muy chiquita. Por ejemplo: cada día, cuando llego del colegio, mi mamá me está esperando con la comida ya hecha. En la otra punta del día, todas las noches, sí o sí, le tengo que dar un beso. Así que, si me peleo con ella, antes de irme a dormir, me apuro a arreglar las cosas, porque sin beso duermo tensa.
También me intrigan los asuntos de cuando era más chica de los que no me acuerdo.¡ A dónde se habrán metido las cosas que me pasaron y olvidé? ¿Cómo se escaparon de adentro de mí?
¿Cómo podré acordarme?
Busco en las fotos para ver si me acuerdo. Algunas veces sí y algunas veces no. Me parece que me acuerdo de tanto que las miré, pero por ahí no es de verdad “recordar, recordar”, sino que la foto se me metió adentro como si fuera parte de mi memoria. Ahí es donde decido preguntarle a mi mamá, a mi papá y a otros familiares. Pero me dicen tantas cosas que me marean y, al final, prácticamente no entiendo ni logro acordarme de nada.
Lo que sí es seguro, es que nací, fui bebita y ellos sí se acuerdan. Cosas distintas. Cada versión me da otra Milena. Como yo no me acuerdo de esos años, la conclusión es que, hasta el tiempo de mis primeros recuerdos, debo haber sido, no una, sino muchas Milenas.
Y ahora los dejo porque es tarde y tengo que darle un beso a mi mamá antes de dormir, para asegurarme buenos sueños. Por ahí, una de estas noches, sueño conmigo misma de bebita y descubro dónde están los recuerdos que se me escaparon.
De Osvaldo Lescano Sucurro. Saliqueló, 11 años
Persistencia de la esperanza.
Inmigrantes.
qué pasa en el mundo,
sin tender una mano
todo sigue su rumbo
Mundo grande,
mundo triste, con familias tan migrantes
Siria es tragedia,
ahora con la guerra,
¡hay que huir de tanta miseria!
Persistencia del amor
Por Micaela Creado, Saliqueló, 11 años.
Gallinita.
La gallinita
en el gallinero
dice a su amiga
¡Cuánto te quiero!
Gallinita rubia
llorá luego
ahora cantá,
¡Aquí te espero!
Aquí te espero
poniendo huevos,
me dio tos
y puse dos.
Pensé en mi ama.
¡Qué pobre es!
Me dio ternura
Y puse tres.
Mi ama me vende
a Doña Luz.
¡Yo con arroz!
¡Qué ingratitud!
De Fausto Gonzalo, Saliqueló, 11 años.
EL DESTINO.
en el destino,
cerrá los ojos,
a mi camino.
en la fantasía,
Dicen: voy sin dirección
Soy la distracción
no puedo verlo
pero sí creerlo.
Aquí estoy frente a vos.
Voy, destino, hacia mí,
sos más fuerte que yo,
pero iré
a lo que venga
con lo que tenga
Y, cuando la vida me haga un tacle,
me levantaré hasta del subsuelo.
Una dulzura la nota de Milena.