Fragmento de la novela inédita “El emprendeudor (De Tsúremberg a Neviork)”
Los cuatro anarquistas decidieron seguir su camino. Ahora bien ¿cuál era su camino?, ¿seguirían intentado atentar contra la estatua del Zar, ahora que habían estado en la cárcel? ¿No estaban agradecidos por el hospedaje ofrecido por las autoridades en forma totalmente gratuita o, bueno, a cambio de su libertad, que de todas maneras no era mucha?
Los hombres decidieron que semejante tema no podía decidirse con el estómago vacío. Pero para llenar el estómago, salvo que uno esté en su propia casa, hay que vaciar los bolsillos. Y los de ellos ya estaban vacíos de antemano. Ni un kopec.
-¿Cómo vamos a comer, si no tenemos dinero?
-El problema no es cómo vamos a comer, sino cómo vamos a pagar la comida- aclaró REb Ajaliere- porque comer, uno come de la misma manera si tienen dinero o sí no, pero pagar… ¡ ah, eso cambia!
-¡Esta es la hora de comer, no la de filosofar, Tovarich!- dijo REb Chiktuchik Kapusta- yo tengo hambre y no de conceptos, sino de varéniques…
-¡Pues no se dirá que un comando como el nuestro, que propone conseguir alimentos para todo el pueblo, no puede conseguirlos para sí mismo!
-No, no se dirá, pero ¿qué hacemos?
-Miren. Allí hay un restaurant.
Era cierto, a lo lejos, se veían el balanceo de un cartel que, visto de más cerca, decía “Kartolfeltanschung, venga y coma, pague y váyase” Y otro cartel proponía: “Más de 50 años cocinando lo mismo”
Los hombres se sentaron a una mesa, el menú era impresionantemente variado:
Knishes de papa
Varéniques de papa
Kreplaj de papa
Blintzes de papa
Beígalej de papa
Guefilte papa
Zolzain de papa
Papa envuelta
Mainses de papa
Kartoflstrudl
Papa mitaalbn
Papas acompañadas
Plutzimkartofl
Mirvelnesn papas
Purimdique papas
Pèisajdique papas
Iomkipurdique papas
Aintdique papas
Nejtndique papas
Morgndique papas
Vilde Kartofl
Kartofl tsuzamen
Papas Guejaptes
Pogrom de papas
Papas a la veldirzogn
Papas a la nishtókainanderezaj
Guerratvekartofl
Foileshtik fun papas
Gueshvólene kartofl
Papas mit kartofl
Kartofl Toubabou
Givmir papas
Papas un oijet kartofl
Papas fregmirfarvós
Y otras delicatessen más.
Los cuatro hombres pidieron distintos platos del menú y recibieron exactamente lo mismo: papas envueltas en una masa de harina, más o menos cocinada. Se miraron con cierto asombro, que luego pasó al misterio, la desazón, la sorpresa, la melancolía, la ira, la angustia, la pena y a todos los estados por los que puede pasar un ser humano cuando espera recibir un plato de comida más prometedor que el que realmente recibe. Intentaron intercambiarse los platos para verificar cuál había solicitado finalmente cada uno. Pero el mozo, que era a su vez el dueño del lugar, los miró con desaprobación:
-¿Nú?, ¿qué son ustedes?, ¿ricos, que esperan comer manjares exóticos? ¡Y aun si ustedes lo fueran, tengan la seguridad de que, Dios así lo que quiso, yo no lo soy!, ¿qué podría prepararles entonces, un gran menú para vuestros paladares, o uno que inspire las fantasías? ¡Sin duda, la riqueza de los pobres y la pobreza de los ricos es la fantasía! ¿Qué van a fantasear ellos, si con sólo pensar en algo, ya lo tienen y allí se termina el encanto? ¡En cambio, ustedes, mis queridos amigos, pueden pedir cuantos platos quieran, pueden darles el gusto a reventar a vuestras neuronas, pero tengan la seguridad de que los estómagos nada que no sea papas con harina recibirán! ¡Mi nombre es Jaim Kainkopek, y ,en ningún otro shtetl recibirán ustedes un menú tan variado de un solo plato!