Por Mariano Botto.

Los anormales: Jorge Fandermole

FOTO 1«La canción es un producto expresivo breve y poderoso, con infinidad de planos de sentido, de emotividad, de inteligencia»

Jorge Fandermole para la revista “Sudestada”

Música y letra combinadas producen efectos impredecibles. Las canciones son la resultante incierta de esa sumatoria. Su esencia de fluidez abre caminos, orada piedras y se mete por toda grieta. Un río potente genera naturalezas, tanto en vergeles como en desiertos. La paren los pueblos, la cantan los tristes o alegres, son grito de lucha o puentes de amor. Confunden a la melancolía con su caleidoscopio del tiempo, donde pedazos de pasados, futuros y presentes se miran, se mezclan y se confunden.

Esta nota intentará hacer una lectura de las letras de un cancionista que ha logrado, con muchas de sus obras, atravesar la barrera de la composición y elevarse por el cielo del corazón colectivo.

“La canción es un pájaro libre sin plan de vuelo que odia las matemáticas y ama los remolinos”  Violeta Parra

Simple o compleja, con textos encriptados o directos. Vestida con ropas paganas se eleva sobre el piso cuando alguien las canta. Así es la diosa canción, de tan imperfecta o indefinible, desborda belleza. Veinteañera de brazos largos y boca dulce. No hay en su cabello despeinado una sola herida que no resulte encantadora. En sus piernas negras, la cumbre del cielo. Y, en su rostro blanco, trasparente y sin urgencias, las armonías.

Los compositores, elegidos por la veinteañera, se someten a las preguntas adictas al truco. ¿De dónde viene una canción? ¿Primero la música o la letra? ¿Qué te inspiró? Ellos responden, se someten a la pregunta errónea, cuentan la anécdota, la biografía, para finalizar, lapidarios: no lo sé. Los elegidos por la muchacha sienten el deber de responder. Algunos dicen que la inspiración les trae una música; otros, una intensa búsqueda. Si primero aparece la música, le construyen un “monstruo”, como se dice en la jerga: una letra provisoria y a veces sin sentido, para luego escribir la letra definitiva. Otros compositores tienen primero una letra casi armada, e inspirados por la temática, la musicalidad o la estructura de los versos, surge una melodía que se transforma en canción. Hasta ahí llegan las respuestas. Sin embargo, nada contesta a lo que sucede cuando la muchacha duerme o menstrua, o dice una pavada o sintetiza en un verso genial el universo de los sentidos. Y luce esplendorosa. O se enferma, putea o muere de la risa. Y luce radiante. Esa muchacha canción no contestará nuestras preguntas, no las comprende o no le importan, sabe del misterio y responde con su belleza.

Dónde vive, una incógnita. Nunca se la puede encontrar y siempre espera del otro lado de las puertas.

 

RENDIDO BAJO EL PESO DEL MISTERIO

Uno de los compositores que la muchacha elige es Jorge Fandermole, quien con frecuencia cuenta muchas cosas sobre ella. Basta ver la cantidad de canciones que nuestro corazón conoce, presentes allí, de toda la vida.

La abuela Leonor, de noventa y dos años, me anotó en un papelito- con su letra cursiva y lenta- un repertorio para que yo tocara. Canciones de su juventud con olor a radio Spica que, hasta el día de hoy, le cantan en su corazón. La muchacha canción, dulcemente le recuerda sus penas, sus sentimientos y le agrega una catarata de imágenes y sensaciones que trascienden la tristeza y niegan la muerte. ¡Qué inútil se verá la muerte al lado de una canción! ¡Estúpido el tiempo que cree llevarse todo!

La mitad del arte de Jorge Fandermole que conozco está compuesto de innumerables pasajes en las letras de sus canciones. La otra mitad, su música, suena mientras escribo. Aunque a veces debo dejar de hacerlo, por algún verso o melodía a la que mi mente y mi cuerpo se rinden.

 

EL GRADO CERO DE LA OSCURIDAD

FOTO 2  Rodrigo ClaramonteRodrigo Claramonte

En la poética de Fandermole lo oscuro engendra a la luz. Allí encuentra la claridad, lejos de todo encandilamiento. Oscuridad de ojos cerrados y vista puesta en el universo en torno al sol de la propia experiencia. Fértil terreno del hombre. Trotar la negrura llena de temporalidades alternativas, desafiar el imperio de la vigilia y la cronología. Alineado en ese eje celeste, canta sus versos hacia el cenit y hacia el nadir.

Silbo en la oscuridad / Animal sin reposo/torres de la vigilia / Candela de los ojos. / No sé qué pueda ser / Si una curva del tiempo/ o un hueco en el corazón, atento

de “Sueñero”

Donde parece el sol no alumbrar, / donde se muere de soledad, /en lo más hondo de esta quietud, / donde ocultó la sangre la luz; en lo invisible de la ciudad / donde se ocultan odio y verdad,

de “canto Versos”

Zarpa en la luz, / bella oscuridad; / nada se nos pierde aquí, / todo permanece igual.                                                                                                                                         de “El miedo”

No es su oscuridad fantasmal, no son las sombras. Es el terreno donde se produce la iluminación. Los grados de la oscuridad se ramifican entre el veedor lúcido y el onírico. La oscuridad lúcida del sujeto en compañía de su propio ser, frente a la oscuridad de la noche. Zona difusa y sin certezas, terreno de cuerpo complacido, compensado. Pero nunca del todo. La noche, toda noche, llega enrarecida.

Duerma que la noche viene/oscureciendo el agua, alzando su capa negra / toda agujereada. / Duerma que llegó la noche / estrellada y honda, y anda uncida de su coche / repleto de sombras.

de “Lo que usted se merece”

 Sueñero, jinete sin descanso / sueñero, sobre un papel en blanco/ Sueñero, centinela de mi alma / sueñero, duérmete y dame calma.

de «Sueñero»

Campo de amapolas en medio de un sueño / que hamaca en las olas mi barco pequeño.

de «Corazón de luz y sombra»

no vi las predicciones del espanto / que le arrancaba al sueño mi palabra.

de «Junio»

LA TETRALOGÍA FANDERMOLE: AGUA, TIERRA, FUEGO Y AIRE

A mí me maravilla ahora esa línea de saber-intuición que nos vincula a contemporáneos y a antiguos, del mismo modo que me maravilla la identidad física que compartimos con lo más remoto; dado que, en efecto los mismos elementos de la tabla periódica están presentes en nuestro cuerpo y nuestro mundo y en el resto de los astros. No es una metáfora, es química.”

  Revista Leviatán

Fuego

En la sangre poética de Fandermole, titila el fuego. Flamea entre las venas abiertas de la oscuridad, se reinventa, renace y se consume. Quema la vida a puro vivir; la mariposa debe ir hacia el fuego. Bonzo vital.

De hierro y fuego y de viento / ardientes de lejanía / me vine cruzando el tiempo / hasta el ardor de mi vida. / Mi madre ha sido una estrella / quemándose desde el centro / y queriendo ser como ella / vengo brillando de adentro.

de “Aquí está la marcha”

Era el fuego que empujaba por la espalda / al abuelo en el despunte de la luz, / respiraba en los pulmones de la fragua  / y quemaba en un candil la juventud. 

de “Aquí está la marcha”

“no sé más qué hacer en esta tierra incendiada sino cantar.”

de “Canto Versos”

ardo sin preguntar / igual que lo hace el fuego / tal vez halle cantando / el sosiego

de «Sueñero»

FOTO 3 Gabriela Ramos                                             Gabriela Ramos

Aire

El aire sólo coquetea con la muerte. Concreto y efímero. Sólo es suceso, corre sin sentido, literal. Como un encargado de abrir y cerrar una plaza, el viento alimenta el fuego si está encendido o se lleva inútilmente las hojas secas.

ay, este toro azul / fatigado y sediento / de correr tras la nada / como la luz y el viento.

de «Sueñero»

Cuando te despiertes cada día / con el cuerpo de aire y ese olor /  feliz del sueño manso de las lilas / sin miedo al movimiento ni al dolor. 

de «Cuando»

El viento siempre se encarga / de terminar lo que empieza, / lo que se enciende lo abrasa, / lo que se apaga lo vuela

de “Cantar del viento”

Agua

“El Río es un componente del paisaje y del soporte ambiental que uno ha vivido y a uno lo atraviesa, que es muy poderoso. No se puede eludir. En esta ciudad (Rosario) para la cual anteriormente el río era totalmente invisible, y hace un par de décadas largas ya está muy incorporada. Ese accidente es maravilloso y somos muy afortunados de estar asentados a la vera. Y  de alguna manera lo forma a uno en el modo de pensar y de decir, por las asociaciones que se pueden hacer desde lo metafísico y filosófico. El río como signo del tiempo, de lo que pasa y evoluciona, de lo que se va. ”

Entrevista de Fandermole para “La canción del país”

Fandermole es río. El agua es Fandermole. Se nutren mutuamente, se definen, se delimitan a la vera del gran vientre. Dialéctica que nunca sintetiza: se derrama y convalida lo bello. Acantilados, rugosidades de la palabra, que no cede. Río y poeta en un delta de cantos. El agua afirma el dolor de orillas y quietudes inspiradas en honduras, superficies y misterios. Oscuridad en movimiento. O el arroyo incansable que trenza el cielo y la noche, las aguas y las raíces. La memoria agradece la confluencia.

llevo cada mitad / abajo como dos ríos gemelos / uno cruza la tierra / el otro fluye en el cielo / el de la oscuridad  / no conoce el olvido / desvelado en seguir / lo perdido

de «Sueñero»

Allí donde duele río; allí donde duele canto; / allí donde bifurca la línea el quiromante salto a la otra orilla para no caer.

de «Los otros cuentos»

 Surgen y se sumergen caminos entreverados. La serpentina del cauce atraviesa y lleva los barcos a navegar, o arrasa con todo. Desde la orilla, no hay nada que no pueda verse.

De agua dulce que se va por la pendiente / de mi verde continente a mezclarse con el mar / vamos hechos, y su luz que nos alcanza / nos devuelve la esperanza de hallar la tierra sin mal. / A su esencia y su fluir pertenecemos / desde el puño de los remos hasta el modo de decir. / Al bajar nos atraviesan estos ríos, / mansos de los pagos míos de la fuente guaraní. / Son del agua nuestros hijos, / flores del camalotal. / Lo que se derrame al río / en su sangre quedará.

de “Agua dulce”

Tierra

La tierra. El más concreto e insoslayable mapa. Aquí todo se detiene y se aquieta. La tierra inmóvil abarca el conjunto. No flamea, ni viaja como el viento o el agua. La tierra mata a la crónica del viaje. ¿Pertenecemos a la tierra o al río? ¿Somos polvo o agua?

“no sé más qué hacer en esta tierra incendiada / sino cantar.”

de “Canto versos”

“Hoy estoy oscuro como un pan de tierra, viviendo por puro azar, como en la guerra.”

                                                        de «Corazón de luz y sombra»

“Recuerdo la quietud de la tierra, / la quietud de estar adentro.

  “La torcida no es / tan difícil de cantar / bajo esta luz; más difícil es vivir / de pie en esta tierra y andar. / En tanto no aclare / sobre esta tierra oscura / esta copla andará sangrando en el tiempo / con su torcida andadura.

de “la torcida”

En “Navega”, los cuatro elementos juntos.

poetica 3

 

NUDOS PESQUEROS

Cielo y agua. Noche y día. En el juego de opuestos complementarios los extremos gozan del mismo rol. Se definen entre ellos por contraste. Y, sobre el tablero, se enfatiza el sentido. Los adjetivos pequeño y frágil podrían dar una buena definición de la palabra “Fortaleza”.

Quisiera saber qué busca el ojo que mira lejos / una mitad en el agua y otra mitad en el cielo.

de “Las preguntas”

Yo digo que mis ávidos amores / son fuertes y viven más que yo / son gigantes tenues como flores

de «Cuando»

Prende la luna menguante / su vela chiquita 

de “Lo que usted merece”

CANCIÓN ANIMAL

Una fiera se mueve entre los versos. Su instinto acecha a pura inteligencia animal. No da concesiones, es pura intensidad.

Cuida de mi casa hoy, mi perro guardián; / una fiera alrededor / huele mi debilidad.

de «El miedo»

Pájaros desconsolados… / Ojos sublevados reclamando luz.

de «pájaros de fin de invierno»

Silbo en la oscuridad / animal sin reposo / torres de la vigilia / candela de los ojos.

de “Sueñero”

Ese sueño que donde / se detiene esconde un diente de animal, y cuando cruza el paso de las piedras / lastima el ojo igual que una culebra, es el diablo en el lecho / volando al acecho con la pluma al ras; es un sangriento pájaro que espera /mi corazón temblando en la ribera como un ave cazadora,

de «Carcará»

Lía, bestia del alma mía, animal / inconsolable que me mira desde la oscuridad

de «Lía”

FOTO 4

 

LA IMPERFECTA TRINIDAD

“Qué desencuentro, si hasta dios está lejano” Cátulo Castillo

Lo animal, el sueño, los cuatro elementos. La cosmovisión – Fandermole eleva sus versos desde las esencias hasta dar el último paso: lo sagrado. Un dios, lejos de brindar certezas, es la incógnita del problema. Tal vez se ha ido, tal vez huyó o se ha olvidado de sus creaciones. Se lo busca entre las piedras, en el cielo, en los recintos sagrados. Y no aparece. Mientras los ángeles, heraldos en lucha, acuden a la vida de los hombres.

en este tiempo olvidado de Dios.                                        

                                                               de «Cuando»

Solo / como un dios que niega sus criaturas,

                                             de «Solo»

Placer que no vino libre de pecado, / nombre femenino de un ángel armado;

                                                           de «Canto versos»

la infortunada noche que un Dios / arrepentido nos olvidó / Ángel de pie, corazón luminoso, vida,

                                                                  de «Los otros cuentos»

solo como un ángel exterminador.

                                    de «Solo»

donde agoniza un ángel guardián

                                                  de “Canto versos”

Cristo de las redes / No nos abandones

                                                            de «Oración del remanso»

El aire perdido en los cielos. Un dios olvidado. El canto, hijo del aire y la palabra, naufraga a su suerte inevitable. Mejor derivar que navegar hacia los mismos destinos fallidos. El canto hacia un dios ausente crea, al consumarse, un dios presente.

Por qué se me queda el paso tan atrás de la palabra
y cuando canto y me rompo la mitad se me adelanta.

                                                                           de “Las preguntas”

Si pienso en algo para decir, / si pienso en alguien por quien vivir, / si casi nada se tiene en pie / y este segundo ya se nos fue; / si en la mirada dura un fulgor / atravesando tanto dolor / yo canto versos de mi sentir / y los condeno a sobrevivir. 

                                                                             de “Canto versos”

no sé más qué hacer en esta tierra incendiada  / sino cantar. 

                                                                           de “Canto versos”

Hoy necesito un canto piquetero / que me devuelva la voz silenciada

                                                                                     de “Junio”

Tengo el color del río y su misma voz en mi canto sigo

                                                           de “Oración del remanso”

agua del río viejo llévate pronto este canto lejos

                                                      de “Pájaros de fin de invierno”

 

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