Por Luisa Luchetta
Desamor: la palabra y sus significados. ADOPCIÓN.
El origen más remoto anda por la India. Por migraciones, llegó a los hebreos, a los griegos y a Roma. Se cree que el propósito originario fue el de perpetuar el culto familiar. Hasta acá, un cúmulo de creencias, versiones y líneas que buscan el principio y el sentido. Algo un poco más pesado pero concreto ocurre con el Derecho Romano: allí se establece la
adopción como un acto jurídico. Parece ser que era muy común adoptar, no solo niños, sino también adultos. ¿Por qué, se preguntará el lector? Quienes no tenían descendencia adoptaban para continuar el linaje, sobre todo, las familias acomodadas.
SE LE CHISPOTEÓ ALGO A SU EMINENCIA
Adoptar, una palabra de origen latino adoptare. Ad: aproximación y, Optare: elegir, escoger. Entonces la palabra adoptar expresa la idea de traer a sí o vincular con uno algo elegido. Vemos hasta aquí que el término es utilizado en relación a las personas. Sin embargo, para la Real Academia Española la palabra adoptar tiene distintos significados, entre ellos, el de acoger a un animal como mascota. Y es este el punto donde me detengo y digo: muchos amamos a nuestros animalitos. Yo misma tengo un perro de raza indefinida, que duerme a los pies de mi cama. Pero, por más que nos pese, no son niños, no son futuras personas que lidiarán con los avatares de la sociedad donde les tocará vivir.
¿A las eminencias de la Real Academia se les ocurrió el sayo que les cae a los niños con su definición? Los comerciantes de mascotas, ¿pensaron que quizás algunos de los futuros
adoptantes, papás de billetera, prestos a pagar mucho dinero por cachorritos de pura raza, son niños que han pasado por la difícil circunstancia de quedar a disposición de la justicia?, ¿de esa justicia que a semejanza de un dios determina quiénes pueden o no ser padres?
¿Qué puede imaginar un niño adoptado ante un anuncio de adopción de mascotas? ¿Creerá que él también estuvo sucio en una perrera?, ¿razonará que a él también lo compraron?, ¿ que estuvo encerrado en una jaula?, ¿ que lo escogieron al ver su foto en una vidriera?, ¿ que tenía parásitos?, ¿o pulgas? Tengo, como verán, más preguntas que certezas.
TRASTOCADO PERO NO HUNDIDO
Sí sé que una palabra viaja a través de las personas, pasa de generación en generación y sufre distorsiones. Quien tiene una mascota siente que la ama como a un hijo, porque la frase es como de la familia es muy larga, y entonces se dice “adoptamos a…”. Incluso los dueños se adjudican el rol paterno/materno con el animalito. Entonces las palabras “adoptar”, “adopción”, “adoptante” “adoptivo” ya no representan el acto sublime de tener un hijo: se ha trastocado su significado, se ha banalizado. Habrá que comenzar a buscar términos de uso jurídico, exclusivos para esta situación. Y aprender que no hay diferencias entre los niños, ellos son nuestros hijos, mal que les pese a aquellos que piensan en términos de superioridad biológica.
OTROS USOS DEL TÉRMINO
Recibir, haciéndolo propio, un parecer, un método, una doctrina, etc. que ha sido creado por otros.
Mary Quant en 1965, creó la minifalda. Esta moda sigue actual, como el lamentable modelo corpóreo hiperdelgado y juvenil tipo Twiggy, una modelo famosa allá por los ‘60 que aún provoca miles de enfermos de anorexia.
Niña adoptada adopta una moda. Así podría seguir con otros ejemplos: sobran.
¿Qué loco, no?
Tomar resoluciones o acuerdos con previo examen o deliberación.
Un niño, joven o adulto, hijo adoptivo, cambia su religión y adopta otra.
O la forma de comer, adopta el veganismo.
Por último, la RAE da otro significado posible a la palabra adopción:
Adquirir, recibir una configuración determinada
Y da un ejemplo que es utilizado no solo en los libros de biología, sino en el uso popular para indicar que alguien no es del todo honesto, sino falluto:
El camaleón adopta el color de su entorno.
En este caso me pregunto si adopta un color o se adapta a su entorno. Una letra cambia mucho, el modo de comunicarse, también.
No pretendo cambiar a Sus Señorías de la RAE, ni a los amantes de las mascotas, ni a los que comercian con ellas. Ni que las personas ajusten (adapten) sus costumbres, pensamientos, fe a medida que piensan sobre sí y su entorno.
Pretendo cambiar el modo altamente discriminatorio en el que hasta la mismísima ley que dice amparar practica.
No hay paternidades de diferentes categorías, se ejerce o no.
Aquellos que se deciden por el método legal para ser padres no deberían ser titulados, o cargarles la adjetivación del término adoptante: mucho menos sus hijos.
Hay que cambiar el nombre de la ley 24.779/97, de adopción, parece que aún no modificada según parámetros del nuevo código civil, el cual conserva la antigua influencia del derecho romano en cuanto al nombre.
A partir de este punto, propongo un debate, aporte de ideas, opiniones.
Muchas palabras tienen diferentes significados. En este caso me molesta que exista una para discriminar el origen biológico de una persona. Es racista y discriminatorio.
Definición del INADI: El Racismo es una forma de discriminación centrada en diferencias biológicas, reales o imaginarias, que se hacen extensivas a signos culturales. Se trata de una ideología que apeló a la biología para establecer relaciones jerarquizadas de desigualdad entre grupos humanos. |