El Desaliento: Sobre los finales de algunas series.
Por Milena Penstop
LLENAR A DON VACÍO
¿HAY VIDA DESPUÉS DEL FINAL DE UNA SERIE?
No sé por qué vuelvo a empezar. Cada vez que termino un animé, me digo: es el último que miro o es el último que leo. Los finales me dejan una sensación de vacío. Mirar una serie o leer una historia es como pertenecer a otro mundo. Por aburrido o rutinario que sea el día, uno sabe que a la noche te espera “tu historia”. Y es tuya porque te identificas con algunas cosas que pasan, sufrís por algún personaje, esperás que algunas cosas se resuelvan como vos querés.
Pero un día, se acabó. ¿A dónde se van los personajes de cada relato después del final?, ¿nos recordarán ellos como nosotros los recordamos? Cuando los protagonistas al final de la serie terminan juntos, ¿después siguen juntos? ¿Se puede decir que viven solo porque los tenemos en nuestra memoria?
LA RESISTENCIA.
Cuando una historia se acaba me obligo a recordarla para que no se muera. Incluso a veces la continúo en mi imaginación, así no desaparece. Otras veces me incluyo en la historia porque no quiero dejarlos solos y tampoco quiero que ellos me dejen sola a mí. Hasta puedo llegar a juntarme con otros cómplices, lectores o espectadores, y entre todos armamos la resistencia contra la muerte de las historias. Es cierto que deliramos un poco, pero sabemos que a las ficciones les caen bien nuestros delirios. Vamos a defenderlas, incluso cuando seamos adultos: no queremos ser adultos abandonadores.
VIVA EL MANGA. ¡MiNGA, AL VACÍO!
Todos los finales son raros. Terminar el jardín fue raro, terminar la primaria es raro, que alguien se muera es raro, que alguien deje de quererte es raro. Raro, porque te deja con ese vacío, que mencioné al principio de la nota. Salvo con los que se mueren definitivamente, uno sabe que después viene otra cosa. Pero cuando te viene ese vacío el después no te consuela.
Lo bueno de esto es que ahora entiendo por qué, a pesar de decirme una y otra vez: “no leo más manga y no veo más animé”, siempre me meto en una nueva historia. Es porque no quiero ese vacío. Las historias me hacen vivir. Tanto que en vez de abandonar las series o la lectura ahora estoy decidida a empezar a ver un animé de 600 capítulos, “Naruto”y “Naruto Shippuden”. Don Vacío tendrá que esperar.