La sospecha: Sobre el cuento popular “Barba Azul”, reflexiones y actualidad.
Por Josefina Bravo

UN CUENTO DE BARBA

Muchos conocerán el cuento de Barba Azul. La versión de Clarissa Pinkola Estés en “Mujeres que corren con lobos” habla de un mago frustrado, que corteja a tres hermanas al mismo tiempo y termina por casarse con la menor. Al principio, las hermanas sospechan del hombre azul. Pero él pone todo su empeño en convencerlas y las invita a pasar una tarde increíble en el bosque. No se disipa la sospecha de las hermanas mayores, sin embargo, la menor baja la guardia. Se convence de que la barba del hombre no es tan azul.

Una vez casados, él se va de viaje y le deja a su esposa las llaves de las habitaciones de su palacio. Ella puede hacer uso de todas, menos de la llave más pequeña. Las hermanas mayores vienen de visita y las tres terminan por jugar a descubrir cuál es la puerta de la llave pequeña. Cuando la encuentran, la curiosidad mete la cola y, al abrirla, hallan un montón de sangre y de calaveras apiladas. Cierran, aterrorizadas, y la llavecita empieza a sangrar. La esposa, desesperada, intenta limpiarla, pero no lo logra y decide esconderla.

Una vez en casa, Barba Azul descubre la desobediencia y sentencia: “ahora es tu turno, esposa”. Ella le pide un momento, quiere prepararse para la muerte. Él lo concede. Y, mientras la mujer reza y pide a las otras que miren al horizonte para ver si llegan sus hermanos, estos llegan y matan a Barba Azul.

ANTECEDENTES

Si bien “Barba Azul” es un cuento popular, se cree que estuvo inspirado en Giles de Rais, un excéntrico conde francés que luchó junto a Juana de Arco en los últimos años de la Guerra de los 100 años. Giles de Rais junto a sus cómplices y en orgías combinadas con ritos de magia negra, torturaban, violaban y asesinaban a niños, niñas y jóvenes, de 7 a 20 años. Fue tal el horror y el escándalo, que el conde terminó ahorcado después de un juicio donde, finalmente, WP_20181219_17_24_31_Proreconoció su culpabilidad y contó con detalle los sacrificios y las torturas a sus víctimas. Aunque se llegaron a registrar 1000 desapariciones durante los ocho años de sus juegos tenebrosos, sólo se pudieron contabilizar 200 asesinatos.

Por supuesto, el horror también encarnó mujer: Erzsébet Báthory, más conocida como “la condesa sangrienta”, fue una aristócrata húngara, acusada de asesinar a unas 600 jóvenes por una supuesta obsesión por la belleza y una gran perversión sexual. Le dieron prisión perpetua, encerrándola en su propio castillo, sin posibilidad de ver la luz del sol, hasta su muerte.

En ambos casos, la justicia intercede cuando el escándalo es inocultable. Probablemente, ciudadanos comunes y corrientes no hubieran llegado tan lejos como estos dos condes.

VARIEDADES AUTÓCTONAS

No hace falta irse hasta la Edad Media ni cruzar el charco. Acá mismito tenemos barba azules de sobra. Solo La Pampa, una de las provincias más jóvenes y menos pobladas del país, tiene 33 muertas por femicidios. WP_20181219_17_24_00_Pro

En 2017 la Corte Suprema de Justicia registró 251 femicidios en el país.

Sin embargo, no todos los asesinatos de mujeres por violencia de género son registrados como tales. La impunidad todavía deja a los victimarios a la sombra de la justicia. Tal es el caso de los femicidas de Lucía Pérez en Mar del Plata, quienes recibieron una pena mínima por venta ilegal de drogas.

OFERTA  ILIMITADA

Podría decirse que hay distintas variedades de “barba azules”, no todos consuman el asesinato de la víctima. Los hay violadorxs, pervertidxs, abusadorxs, golpeadorxs, violentxs, acosadorxs, estafadorxs, mentirosxs. Tanto hombres, como mujeres.

Por supuesto, algunos son más letales que otros.

Sin embargo, todas esas violencias dejan huellas imborrables.

PELUDA SOSPECHA

Frente al Barba Azul del cuento, la primera impresión de las hermanas es la sospecha. Algo les dice que no confíen en ese personaje tan extraño, tan azul. Pero ellas deciden darle una oportunidad y aceptan su invitación al bosque. Después, las mayores le hacen caso a su intuición y se alejan. La menor, en cambio, se deja agasajar e ilusionar, tanto que  ya no puede ver el azul.

Es cierto: algunos barba azules atacan sin previo aviso.

Pero otros hacen trabajo fino. Y, en esos casos, muchas veces, la intuición nos avisa. Vemos algo raro. Entonces, racionalizamos o negamos o construimos sobre el otro lo que deseamos y fantaseamos. Además, estos sujetos suelen mostrarse encantadores. Y también es cierto que muchas no hemos desarrollado la intuición y tampoco creemos en la maldad.

Sí, en cambio, en el amor y su poder transformador.

¿Por qué no dar una oportunidad?

De esa forma, aunque ni siquiera hayamos expresado un consentimiento, solo por el hecho de no haber huido despavoridamente en el principio, nos convertimos en presa. Porque los barba azules avanzan rápido. Hacen su mayor esfuerzo por convencernos, se muestran generosos, elocuentes, interesantes y nos hacen creer que, junto a ellos, seremos más libres, más creativas, más importantes. WP_20181219_17_24_17_Pro¿Y qué hacemos? Los convertimos en parejas, en amigos, en socios, les abrimos las puertas de nuestras vidas. Pensamos que, con nuestro amor, con nuestra paciencia, con nuestro ejemplo o con nuestro carácter, van a respetarnos y van a cambiar. Terminamos por creer sus hermosos discursos y hasta nos olvidamos qué sabíamos sobre ellos, qué habíamos visto o escuchado. Incluso, olvidamos lo que ellos mismos confesaron haber hecho tantas veces mal, porque eran malos antes de convertirse en buenos.

Y, al final, siempre muestran su barba azul.

Es decir, nos violentan, nos engañan, nos mienten, nos estafan o nos chupan toda la energía. Nos envuelven en un círculo de violencia de donde es muy difícil salir.

Clarissa Pinkola Estés, en su libro, insiste: hay una primera intuición que nos avisa, escuchémosla.

EL ENGAÑO DEL COLOR

Es curiosa la elección del color de la sospecha. Desde pequeñas, a la gran mayoría de las niñas, se les ha enseñado a esperar a su “príncipe azul”. Por ahí también funciona el engaño, confundir el azul de la barba con un ideal muchachito quien -se supone- va a hacernos muy felices.

Ser presa o víctima de estos sujetos no es casualidad. Vivimos en una sociedad patriarcal y, desde pequeñas, fuimos enseñadas a ser amables y respetuosas con los hombres. No porque fueran personas dignas de nuestro respeto, sino por su condición de varones. Porque ellos inventaron las reglas de la sociedad  y porque ellos son la autoridad. Mejor temer y callar, para no ser castigadas.

WP_20181219_17_23_38_ProTambién nos contaron cuentos de príncipes audaces y princesas débiles y así nos iniciaron en el amor romántico.  Entonces, muchas de nosotras tenemos esa capacidad de ver en un zapallo una carroza y, en un sapo, un príncipe encantado. En realidad, esto de poder visualizar la potencialidad de algo es una gran capacidad creativa. Pero esa virtud, en el amor, es nuestra perdición. Porque el sapo no se va a convertir por nuestro deseo. El pobre sapo es simplemente sapo. No tiene ni una pizca de audacia.

Y nosotras no somos unas princesitas débiles con necesidad de ser salvadas. Tenemos una fuerza interna mayor a la que creemos. Somos creadoras, damos vida y amor a quienes nos rodean, tenemos una intuición que nos dicta cómo y por dónde, y por eso, si nos conectamos con y entre nosotras, sabremos qué hacer. Y, cuando vemos la totalidad de lo que somos, el sapo no nos conmueve, ni nos convence. Y toda esa creatividad la volcamos en cosas mejores, que nos nutren y nos empoderan.

CHICOS DE BUENA FAMILIA

Muchos barba azules son hijos sanos del patriarcado. Gozan de las situaciones de poder sobre la vulnerabilidad de los otros. Saben muy bien de sus privilegios y de su impunidad.

Por otro lado, en el  mismo cuento de Barba Azul leemos que es un mago frustrado, es decir, una persona herida que no logró realizar su deseo. Muchos barba azules son seres frustrados, enojados y lastimados, víctimas también del sistema patriarcal. No sanaron su herida y buscan desquitarse con otros, o que esos otros los salven. Por eso siempre van detrás de una nueva presa y repiten su comportamiento. Son personas insatisfechas, tristes y oscuras y pretenden nutrirse de la luz de los demás.

BARBA GRIS

Un barba azul más contemporáneo y menos letal que el del cuento popular es Christian Grey, de la saga “Cincuenta sombras de Grey”, luego llevada al cine. Grey es un joven y exitoso empresario, sumamente atractivo. Busca a sus víctimas solo para satisfacer sus deseos sádicos. Por supuesto, como el barba azul del cuento, es un hombre herido: con una infancia terrible, la vulnerabilidad lo hizo presa de una mujer que lo inició en el sadismo, cuando él era apenas un adolescente. Entonces, no puede mantener verdaderos lazos afectivos con nadie. No frecuenta demasiado a su familia, no tiene amigos y sus relaciones amorosas son únicamente sexuales: allí, él es “el amo” y la muchacha de turno, “la sumisa”.

En la película observamos cómo despliega todo su poder seductor con su nueva víctima, Ana. Además de hacerle regalos carísimos y de mostrarle la vida lujosa que llevaría con él, también le dice que nunca antes se sintió tan atraído por alguien, ni pudo dormir en la misma cama que una mujer, ni había presentado una novia a su familia. La hace sentir especial, hasta con el potencial de sanarlo y cambiarlo. Ella duda en muchas ocasiones. Con él, todo es muy intenso. Pero Christian también desaparece reiteradas veces, no puede acompañarla cuando ella lo necesita y es extremadamente celoso y controlador.

También, como en el cuento de barba azul, hay una puerta singular. En este caso es la que conduce a la habitación de los juegos sádicos y masoquistas. Otro rasgo igual al del cuento es el de limitar la libertad de la presa, Barba Azul no le permite entrar a la habitación donde oculta los cadáveres de sus esposas anteriores, Grey le pide a Ana que firme un contrato de confidencialidad, así no puede contar lo que pasa adentro de su habitación especial. Asimismo, una hermana, una amiga, le advierte sobre las raras actitudes de Christian. Pero Ana ya está enamorada y continúa la relación, aun conociendo el lado más oscuro del muchacho, con la fantasía de poder sanarlo con su amor. En la película puede observarse la constante misoginia, la disciplina, el control y la autoridad que ejerce él sobre ella.

JHONNY, ¿THE WINNER?

El patriarcado tiene hijos de todos los tamaños. Hay macro y micro violencias, macro y micro barba azules. Entre graduaciones de azul un poco más inofensivas, encontramos al famoso Don Juan. “Un ganador”, a los ojos de algunos. Cuántas mujeres hemos caído en sus garras. Con una seducción ya obscena, por gastada y evidente, va de mujer en mujer. Es un sujeto incapaz de vivir más que en la insatisfacción perpetua. WP_20181219_17_22_53_ProNunca una mujer lo satisfizo ni lo hará jamás, porque es él quien no está conforme con su vida. Y lo único que puede hacer es convidar su pobreza de espíritu. Todas las mujeres que pasan por el Don Juan terminan por ser mujeres insatisfechas, al menos, hasta que se lo sacan de la cabeza y del corazón. Porque las luces de la seducción duran poco y, rápidamente, se ve la miseria detrás. “Alfie” de Charles Shyer,  es un film que pinta a este tipo, casi a la perfección, para quienes gusten.

LA IMPORTANCIA DE LA TRIBU

Son las hermanas quienes continúan con la sospecha, quienes despiertan la curiosidad dormida de la esposa. Eso la lleva a conocer la verdad sobre Barba Azul. Creo que este es un punto fundamental del cuento y perfectamente trasladable a la realidad.

Cuando estamos envueltas en relaciones violentas o nocivas, siempre aparecen las hermanas con una palabra, con una mirada que hace despertar la curiosidad, la duda, la sospecha. Dicen un algo esencial.

Todas tenemos esas hermanas, ya sea de sangre o de la vida: amigas, vecinas, compañeras de trabajo o de otras actividades. Mujeres atentas, presentes y dispuestas a ayudarnos, si nos animamos a hablar de lo que nos molesta o lastima de alguien.

Nos tenemos entre nosotras para apoyarnos y cuidarnos.

Estos últimos tiempos han sido muy movilizantes para las argentinas.

Con el movimiento de “Ni una menos” y la lucha sostenida a favor de la despenalización del aborto, miles de mujeres hemos salido a la calle para marchar y abrazarnos.WP_20181219_17_24_44_Pro De a poco, cada una a su tiempo, comenzamos el proceso de deconstrucción. Nos hemos juntado a debatir, a discutir, a repensar nuestros derechos y la posición privilegiada del hombre en nuestra sociedad.

Pusimos el tema sobre la mesa en nuestras casas, con nuestras familias y nuestras amistades. Tejimos redes amorosas de contención y empezamos a compartir experiencias y a vernos tan iguales en el miedo y en el silencio de años. Nos miramos y reconocimos que todas vivimos situaciones de micro y macro violencia en distintos momentos de nuestras vidas. Y empezamos a decir basta.

Esta lucha por la soberanía sobre nuestros cuerpos y la caída del patriarcado va a terminar cuando lo tiremos abajo.

Gracias a todas las que empezaron a gritar y a patelear, a todas las que empezaron esta lucha a la que muchas nos fuimos sumando, a la medida que comenzamos a abrir los ojos.

Gracias a las mujeres públicas que visibilizaron la lucha.

Gracias, Calu. Gracias, Thelma. Gracias, Actrices Argentinas.

Gracias por levantar aun más alta esta ola imparable.

Gracias a todas las que se animan a hablar.

Hoy el miedo cambia de lado. Quienes se aprovecharon y se aprovechan de sus privilegios de varones empiezan a temblar.

Pero, en el cuento, para matar a Barba Azul, también son necesarios los hermanos.

Terminar con la violencia patriarcal -que no solo está depositada en los hombres, sino también en montones de mujeres- es tarea de todxs.

Acompáñennos, hermanos, en esta lucha.

Un mundo mejor se hace entre todxs.

Nota: todas las imágenes corresponden a dibujos de la serie «Ahora imagino cosas» del pampeano Alexander Moreira.

Alexander es profesor de artes visuales, artista plástico y, ocasionalmente, muralista. Desempeña sus actividades de docencia a través de la educación popular, desarrollando talleres plásticos en barrios de la periferia de Santa Rosa. Integra el cuerpo de talleristas del Centro Municipal de Cultura desde el 2011. Además, es parte del equipo de Capacitadores Interdisciplinarios de la provincia de La Pampa. Su carrera artística consta de obras de las más variadas técnicas y disciplinas que van desde dibujo, pintura, grabado y murales, hasta algunas escenografías teatrales.

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