La decisión: sobre la canción “El Necio” de Silvio Rodríguez
Por Sergio Lucero
A PALABRAS NECIAS, OÍDOS DESPIERTOS
Era 1992 y, en el fogón universal, un alado trovador cantó por primera vez “El Necio”. Quizás, palabras acerca de su alma, sus convicciones pero, sobre todo, palabras que dicen la decisión sencilla y existencial de morirse como vivió. Quizás palabras para el compañero, comandante, presidente, el que no perdió el rumbo de la mirada y la revolución. Quizás, un palabrear ecos en los corazones eternos de hombres y mujeres que no vendieron su norte porque no tiene precio. Quizás, reverberos de esos ecos desde las tripas rebeldes de la historia que enfrentan, piedrita en mano, al ejército enorme de Goliat. El sueño de los canallas es adueñarse del mundo con todas las historias adentro y llevárselo como mercancía de sus negocios impostores. Y, cuando están a punto de cerrar las hojas del libro y los números de las cuentas, aparece la piedrita exacta en la mano impensada de algún romántico idealista suelto, profecía del devenir hasta el final de los días.
Si la verdad irrefutable de la moral televisada por las venas del capitalismo mantiene el orden y la prudencia de los sabios de este mercado, ¡viva el necio!
El Necio (Silvio Rodríguez)
Para no hacer de mi ícono pedazos
Para salvarme entre únicos e impares
Para cederme un lugar en su parnaso
Para darme un rinconcito en sus altares
Me vienen a convidar a arrepentirme
Me vienen a convidar a que no pierda
Mi vienen a convidar a indefinirme
Me vienen a convidar a tanta mierda
Yo no sé lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví
Yo quiero seguir jugando a lo perdido
Yo quiero ser a la zurda más que diestro
Yo quiero hacer un congreso del unido
Yo quiero rezar a fondo un hijo nuestro
Dirán que pasó de moda la locura
Dirán que la gente es mala y no merece
Más yo partiré soñando travesuras
Acaso multiplicar panes y peces
Yo no sé lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
Cuando la revolución se venga abajo
Que machacarán mis manos y mi boca
Que me arrancarán los ojos y el badajo
Será que la necedad parió conmigo
La necedad de lo que hoy resulta necio
La necedad de asumir al enemigo
La necedad de vivir sin tener precio
Yo no sé lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví
https://www.youtube.com/watch?v=VBU1IEFaBRI
ME VIENEN A CONVIDAR A TANTA MIERDA
“Macri: «Estamos mejor parados y vamos a crecer«
“Macri participará esta tarde en Bahía Blanca
de la marcha denominada «Sí se puede».”
Telam, 06/10/19
La tristeza moderna es un catálogo de optimismos forzados
o ese teatro vacío de un barrio burgués. La imagen fingida en la tapa de la revista
con sonrisas impostadas y palabras de un diccionario de caverna platónica.
La fotografía inaudita de una gota de agua sucia desde un techo de chapa
es más rica en esperanzas que todas las opciones ofrecidas por los oficios de mercado.
Con diez minutos de sobra, pude resolver la ecuación,
el viaje y sus penurias vale la pena y el desoriente y todo lo que vale,
hasta la vida, hasta la muerte.
No hay adónde llegar porque la vida es los pasos y cada paso, la meta.
Te nombro entre silencios y corcheas, respiro, te beso, me estremezco,
inundo con verbos conjugados de amor el sillón rojo que todos critican
desde donde contemplo los jardines equivocados
en los que dejé huellas en arenas movedizas, no me sigan.
Después de vencer las promesas del estilo ¡compre ya!,
vine a entender que lo liviano del equipaje es Simón de Cirene
al viajar en el mismo bondi de los crucificados amontonados en sus sudores,
entre una mujer que carga moretones y un niño que no come hace dos días.
Te llevo un poco los petates, me abrazás mientras barro el desconsuelo,
me visto con pilcha de laburo porque, eso, voy al laburo
mientras un cartel me vende un viaje en avión a cualquier lugar del mundo
y otro un auto con una joven prominente,
pero el bondi, los moretones, el hambre.
PARA SALVARME ENTRE ÚNICOS E IMPARES
“Canale quebró tras 143 años y los empleados trabajan para volver como una cooperativa”
“Sin esperanzas de cobrar indemnizaciones,
el delegado Nicolás Macchi apuesta a reconstruirse
en formato de cooperativa
y cuenta cómo se las arreglan en el día a día.”
(Minutouno, marzo de 2019)
Faros enloquecidos mezclan rumbos
titilan señales de la oficina hacia los bares
desbordantes de charlas metafísicas futboleras y de cocina,
el dios de Spinoza sirve café y el dramaturgo de moda
le pide al arquero de la selección que le haga manicura
con especial cuidado en el índice de la izquierda, berretines de bohemia.
Nadie tiene la ñata contra el vidrio porque no hay nadies y en una ventana falta el
vidrio, aunque un chiquilín, exiliado de Bachín y ya mayorcito,
juega a cambiar flores por poemas de mesa en mesa
a pedido de damas y caballeros.
Hay un mundo paralelo a las ventanillas de los bancos y las mesas de dinero
donde canta chacareras un dúo estelar de maestra y carnicero
qué sé yo, a mí me gustan, aunque no siempre cosechan caudales de aplausos
pero la clase es vibrante y el asado sin par. Mi amigo, el petiso Rodríguez,
se distingue en el descorche de malbec, es una escena única, jamás vista,
cada botella abierta por sus manos es una joya digna de documental,
él gira su muñeca en un espectáculo visual de ballet
y aparece un perfume vibrante en el aire para terminar en música
desde adentro de las copas. ¡Un maestro!
Los velorios son tertulias intelectuales que trasladan la misma discusión
de muerto en muerto, a la espera de que alguno se digne a hablar desde el jonca
para dar una respuesta definitiva, acá la grieta es inmanencia-trascendencia,
lluvia melancólica – sol alegría o rimas disonantes – vocales vibrantes.
¡Ah! Y si el gol de Maradona con la mano es más gozoso por el contenido o por el envase.
El punto de acuerdo
es siempre el bar, ginebra en alto, brindar por el finado y
al grito de “buen viaje, o lo que sea” comunión de fondos blancos.
Después de semejante protocolo del luto y enarbolando uno de sus lemas favoritos:
“lo peor no pasó, siempre está por venir”, se abrazan y lloran
como un modo de exorcizar el aliento de la parca y
celebrar que están vivos y presentes, algunos dicen que es por andar borrachos
yo digo que es ritual de existencia y un modo peculiar de contar que están todos.
Sus cabecitas de cabezones suelen estar conectadas con el corazón,
pura insensatez que la academia hace siglos dejó afuera de los programas educativos,
por eso el manual de instrucciones dice, ya en su preámbulo,
que todo lo descripto es un desatino, una vergüenza nacional o algo así
entonces sanciona y condena a vestirnos casual los viernes
y a perder el poder residual de ciudadano votante
mis compañeros y yo, dicen los de allá, no sabemos elegir.
SOÑANDO TRAVESURAS… MULTIPLICAR PANES Y PECES
“La pobreza subió a 35,4% y afecta a 14,4 millones de argentinos”
“La indigencia fue de 7,7%, subió 2,8 puntos
y afectó en el área urbana, según una proyección propia,
a 3,1 millones de personas. Sin embargo, el dato más preocupante
tiene que ver con que el 52,6% de los chicos entre 0 y 14 años
eran pobres en el primer semestre.
Un año atrás la cifra era de 46,8%.”
(La Nación, 30/09/2019)
La maquinaria del hambre organiza fiestitas de cumpleaños
en merenderos comunitarios y se asocia a la solidaridad pequeño burgués
con tal de que en sus escuelas no pregunten
por qué duelen las panzas en la tierra bendita del pan
y no pregunten quién se lo llevó, ni nada.
La justicia se disfraza de eufemismos cándidos y sentencia que,
para cuidar a los niños
y a las niñas, hay que tener precios cuidados. Los intereses sobre los nutrientes
de la gurisada son menos interesantes que los negocios de la comida
y los cuida el lobo feroz quien, después de comerse a la abuelita,
a su capital y a sus intereses, ahora va por caperucita.
Aquel maestro de Judea que hablaba de amor y de justicia y hablaba y hablaba
entusiasmado por el éxito de la concurrencia se olvidó que había llegado lejos
y picaba el bagre,
por eso le pidieron que haga un break para que fueran todos a morfar,
pero él inquirió: “denles ustedes de comer”.
Dicen que cinco panes y dos pescados sobraron para más de cinco mil personas,
¿cómo es posible que hoy no alcancen cuatrocientas millones de raciones para un puñado?
¿Quién se hará cargo del milagro al revés?
Benditas manos que revuelven el puchero para el piberío y las mujeres
y los hombres humillados del desocupe. Benditas las voces que anuncien
travesuras en platos hondos y en vasos para el brindis del festejo.
Bendito el fuego que calienta la olla desde abajo para compartir la urgencia impostergable de la dignidad del alimento bien cocinado, bien servido,
de buen aroma y buen provecho.
DICEN QUE ME ARRASTRÁN POR SOBRE ROCAS…
MACHACARÁN MIS MANOS Y MI BOCA
“Sergio Bergman negó que Santiago Maldonado
y Rafael Nahuel hayan muerto en el marco de represiones”
“En un programa de televisión el secretario de Ambiente de la Nación
negó esos crímenes de Estado a manos de
Gendarmería y Prefectura, respectivamente”
(La Izquierda Diario, 08/10/18)
No es lo que nos harán cuando la revolución se venga abajo,
es lo que nos hacen para que se caiga de una vez y para siempre.
A controlar, se ha dicho, y salen sedientos.
A reprimir, se ha escrito, y vuelan en sus motitos biónicas y lustradas.
Cuentan el cuento de la buena pipa, mientras disparan a matar. Malos.
Malísimos de toda maldad. Nos dan de comer
ensalada de glifosato y a beber agua cara.
Por suerte, tenemos a Noemí, la florista de la esquina,
candidata a diputada por nuestro partido vecinal que, por cierto,
no come vidrio y seguirá animándonos en la lucha mansa
por arrebatarles el veneno y cambiarlo por atardeceres. Sí, lo sé, reventamos
de romanticismo, pero qué le vamos a hacer, somos felices así
y el terapeuta nos dijo que, si nos hace bien, entonces, adelante.
Cuando machaquen nuestras bocas, cantaremos
para denunciar sus trampas en lenguaje de señas.
Cuando arrastren nuestro cuerpo, recogeremos los frutos
de las luchas ancestrales en la tierra, en el aire y las ideas,
para resucitar a carcajadas en el pueblo y cada historia de fusilamiento.
Cuando al fin nos arranquen los ojos a fuerza de programas de tv animados por fantasmas y titulares de diarios en el idioma del espanto,
entonces, veremos la verdad, la que siempre llevamos dentro.
Al atardecer del anteúltimo día, pasaremos factura,
con intereses incluidos, por toda una vida sin tener precio.
ME VIENEN A CONVIDAR A ARREPENTIRME… A QUE NO PIERDA… A INDEFINIRME…
“FUERTE REPRESIÓN A PROTESTA
CONTRA EL HAMBRE EN ARGENTINA”
“La policía de la ciudad de Buenos Aires detuvo a cuatro manifestantes
mientras usó gases lacrimógenos en una jornada
que derivó en una fuerte represión policial
en contra de la protesta contra el hambre en el país.”
(Telesur, 11/09/19)
Que no nos llamemos compañeros es condición del patrón
para seguir vistiendo el overol y permitirnos manos a la obra.
Que apuremos el resultado del producto y sus ganancias
nos aconseja con sonrisa tierna sin perder tiempo en quejas, conquistas,
paritarias miserables y otras minucias.
Que abandonemos la preocupación por el sufrimiento ajeno, está fuera de moda,
no va con el estilo moderno y hay que reconvertirse.
Sólo para despuntar el vicio, el club de los buitres flexibiliza leyes,
que es como torcer derechos, mientras nosotros,
por lo mismo, enderezamos torceduras. Algo así como alentar
un contagio masivo de igualdad
con dulce de fraternidad y libertad para que se pueda digerir.
¡Uf, qué tiempos aquellos, éramos tan humanos! ¡Vamos a volver!
CAMINANDO FUI LO QUE FUI… YO ME MUERO COMO VIVÍ
“El que quiere arañar la luna, se arañará el corazón.”
Federico García Lorca, “El maleficio de la mariposa”
Hay obediencias decadencia. Hay obedientes tristísimos.
Hay obedecedores de miedo que hacen moralistas vacíos.
Pero están los obedientes del aire en sus vuelos, los respetuosos del disidente
y del sí mismo, los de la desobediencia debida que honra lo bello y la otredad.
Yo soy de los que cumplen la promesa a su promesa,
esa de no vender el alma a ningún monumento
y gozar la existencia para ver qué se llega a ser.
Si la policía me pide documentos en el andén,
llevo huellas de mis zapatos en cuadernos de poemas,
adentro de la bolsita con el mate y un pastelito de membrillo. En la averiguación
de antecedentes, encontrarán canciones de protesta llenas de peligro,
un par de amarguras contagiosas, aquel éxtasis en el desastre
y besos robados en los jardines de Villa Urquiza. Todo tan común y de poca monta
como el botín desabrido de los que viven de birlarle algún centavo
a los sueños imposibles, porque los posibles son invivibles.
Las huellas del camino a contramano dejan claro de qué calaña somos,
rebeldes encimas de frutos alucinantes,
quemadores de goma en los piquetes a los mercachifles que discursean
sobre la mano invisible del mercado,
abrazadores con alma y vida a los callejeros del arte
de puro agradecidos que somos nomás.
Y ahora que vuelve por fin la primavera
florecerá la utopía que hemos podado durante el terrible invierno.
Flores de necios para propios y extraños,
para todos y todas,
fin de los agrietados, nunca de la grieta,
Porque donde nos jugamos la vida nos jugamos la muerte,
sostenemos la verdad o su bandera… o su mástil.
Sosteniéndonos.