La lucha: entrevista a Liu Ming.
Entrevista: Estela Colángelo e Isabel D’Amico
Edición: Estela Colángelo, Isabel D’Amico
Fotografía: Estela Colángelo
El sonido de un cascabel gordo, oculto en su mochila, acompaña siempre al maestro. Esta vez se detuvo sobre una tarima de madera. De espaldas a un espejo del aula donde suele dar sus clases, Liu Ming nos contó sobre un árbol de más de cien años que, hasta hace poco, asomaba frondoso entre los dos ventanales. Recostado en el tiempo, imaginó a miles de semillas convocadas sobre ese espacio de tierra. Sin embargo, solo una dio nacimiento a aquel gigante verde, purificador. El final no fue feliz. Con enormes topadoras y sierras, la barbarie inmobiliaria derrotó otra vez al sabio equilibrio de la naturaleza. “¿Cuánto tiempo más soportará el mundo la intervención impiadosa de algunos hombres?”, preguntó el maestro, enojado.
Reconocido tanto en China como en Occidente, Liu Ming llegó a la Argentina en 2002. Vivió, al principio, en Santiago del Estero. Hoy, reside en Buenos Aires. Su tratamiento de masajes y acupuntura está avalado por más de 7.000 años de experiencia.
En su escuela de Tai Chi, se enfoca en transmitir, cada día, la importancia vital de la energía del cielo y de la tierra. Y, así, con esfuerzo y disciplina, incita a ejercitar nuestra propia energía física, espiritual y mental.
CONSEJO VENDO Y PARA MÍ TENGO
«Huang Di, el «Emperador Amarillo», vivió hace unos 4.600 años. Contribuyó a la medicina tradicional china en todas sus vertientes.
Escribió desde una concepción diametralmente opuesta a la que sostendría la medicina occidental. Mientras en Occidente la enfermedad se veía como el mal de un órgano, desde Oriente, se concebía como producto del desequilibrio energético de todo el cuerpo. El cuerpo no se piensa al modo de un ente aislado, sino en relación con la naturaleza«. (*)
A los 19 años, usted obtuvo el permiso que otorga el gobierno chino para trabajar como médico Chi Kung. En reiteradas ocasiones usted sostiene que cualquier enfermedad se revierte utilizando la energía propia.
Sí, es así. Le cuento un poco la historia. Mi padre fue médico y también mi maestro. A los dieciséis años, atendí pacientes junto a él. Mi bisabuelo también era médico. Antiguamente, transitar la vida sin conocer medicina era inconcebible. Era como si hoy uno intentase cruzar una autopista a ciegas.
El Chi Kung es una disciplina que practiqué desde chico.»Chi» es energía. «Kung», trabajo. Después de tantos años, puedo decir que todo es energía, el cuerpo es energía y tiene que fluir.
Liu Ming se hace famoso en la Argentina como médico del Papa en la época en que Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires. El maestro afirma en un escrito que, al tocar las manos del eclesiástico, se dio cuenta que estaba frente a un ser excepcional.
¿Cómo hace para diagnosticar con las manos?
Es técnica, conocimiento, filosofía de la medicina china tradicional. Lo estudié hace muchos años, cuando fui monje taoísta. Mi Maestro, que nació en 1885, aún da cursos.
Usted desarrolló el masaje Tui-Na, en una conjunción entre medicina y artes marciales. ¿Qué finalidad cumplen estos masajes?
Son masajes para la espalda. Cuando estamos de pie, el pasado está en la espalda. Se realiza el masaje en la espalda para que fluya la energía, es decir, hacemos fluir el pasado. ¿Quién no tiene un pasado pesado? Tui-Na es un tipo de Kung Fu -vocablo chino para decir “habilidad o pericia”- que se adquiere gracias al perfeccionamiento en la práctica de Tai Chi. El punto en que estamos parados es el presente, la mirada es el futuro, nadie sabe qué viene. El masaje es fuerte e intenso, sus efectos llegan en profundidad y estimulan el flujo de sangre y energía en piel, músculos, tendones y huesos.
La acupuntura consiste en el uso de finas agujas para la estimulación de puntos específicos en meridianos energéticos. ¿Cómo se explica el efecto de las agujas?
La aguja es metal. El hombre, para evitar el daño del trueno y del rayo, pone agujas con descarga a la tierra en los edificios. El metal es poderoso. En nuestro cuerpo, las agujas hacen fluir la energía de afuera para adentro. El cuerpo aprende a recibir energía. Por ejemplo, que se realice en un ambiente cálido, incrementa la circulación sanguínea, equilibrando yin y yang.
“La acupuntura es lo más antiguo que hay en China.
La energía recorre el cuerpo en su totalidad unas cincuenta veces por día,
por lo que atravesará el sitio de las agujas aproximadamente cada media hora. Cuantas más veces, mayor beneficio. En la actualidad,
es reconocida en todo el mundo para tratar diversas afecciones
e incluso es aceptada hasta en los círculos más ortodoxos
de la medicina occidental” (**)
CINCO PASOS, OCHO PUERTAS
Antiguamente, al Tai Chi Chuan se lo denominaba U Bu Pan Men, que significa 5 pasos, 8 puertas. Los pasos se combinan con las puertas, que se deben abrir para movilizar la energía. ¿Qué tipos de energía abren esas 8 puertas? ¿Cómo se aplica en un ejercicio?
Esta práctica incluye rotaciones, movimientos de expansión y concentración. Se trabaja principalmente desde el centro del cuerpo -Dan Tien-. Los 5 pasos se relacionan con los cinco elementos: fuego, adelante; agua, atrás; madera, a la izquierda; metal, a la derecha. Y, al centro, la tierra. Estos cinco pasos se combinan con ocho puertas que se deben abrir para movilizar la energía.
El conocimiento del corazón se relaciona con el cielo y la tierra. El corazón es centro, tenemos primero que conocerlo. Cuando el Chi crece y se expande, la vista es amplia, la mirada es adulta. El Tai Chi es armonía en su concepto más amplio, el Tai Chi Chuan es la práctica de la forma, podríamos decir la «coreografía» para lograr la armonía del cuerpo. La concentración y la expansión van juntas. En la primavera y en el verano, hay expansión. En otoño y en invierno, no. Todo está ligado al universo. Yang significa afuera; Yin, adentro. En medio, está la vida. Cada segundo hacemos Tai Chi y forjamos la respiración, así la vida.
ES TIEMPO DE YIN Y YANG
De 365 puntos que recorren el cuerpo, hay 12 senderos donde se encuentra la esencia de los órganos: esos son los meridianos. Un meridiano es un centro de estimulación fundamental de la acupuntura. ¿Cómo se explica esta relación energética del cuerpo?
Doce son los meridianos básicos. Seis poseen energía yin y 6, yang. Si estimulamos los meridianos de la izquierda, movilizamos el Chi. Si lo hacemos con los de la derecha, solucionaremos los problemas relacionados con la sangre. Son centros de estimulación, constituyen una guía para mi trabajo. La relación cuerpo- meridiano es una técnica. En cada persona es diferente. Yo relaciono los meridianos con el estado de la ciencia y afirmo que a la ciencia le falta mucho, apenas llegó a la tri dimensión. Toda la ciencia conoce el 4 % del universo y el 6 % de la energía del mundo material.
¡QUIETO AHÍ!
“El Tao, traducido como el camino o la vía, es el orden innombrable, inmanente del universo. La ley eterna que lo aglutina todo: lo vivo y lo inerte, lo real y lo místico, lo concreto y lo abstracto. El Tao está sometido a un cambio continuo que hemos de aceptar. Quien pretende el dominio del mundo se encamina al fracaso, quien trata de dominarlo lo empeora.” (**)
¿Qué significa el Wu Wei?
Lao Tsé dice que Tao siempre es Wu Wei, que nada hace y sin embargo, nada queda por hacer. Este nada-hacer se refiere a no intervenir en el fluir de la vida, no cortar con el equilibrio de la naturaleza. Cuando realizamos determinadas acciones, por lo general, tratamos de satisfacer las necesidades personales, egoístas. Es el hombre quien pone valor a las cosas. ¿Quién dispone que un kilo de oro valga más que un kilo de barro? Para la naturaleza es lo mismo. El universo es armonioso y no es justo destruirlo con acciones mezquinas.
¿Qué es la educación para usted?
Es fácil manejar el mundo a partir de la educación. La educación fracasa si no prioriza el conocimiento y el cuidado del propio cuerpo. La escuela hoy es esclavizante.
¡Y EN ESTE RINCÓN!
La revista tiene ejes temáticos. El que nos ocupa en este caso es la lucha. ¿Cómo luchan el ying y el yang?
No hay lucha, el equilibrio entre ambos es la armonía. La naturaleza vive en una constante lucha. El ego del hombre rompe la naturaleza. Estamos rodeados de peligro, los humanos compiten todo el tiempo. El cielo y la tierra son para siempre, pero pareciera que no lo entendemos así. El universo no lucha. A mi entender hay una sola ganadora en la lucha: ¡La Paz!
¡AL GRAN CUERPO ARGENTINO, SALUD!
Maestro, ¿Ud. lucha para combatir el dolor?
El cuerpo duele por una razón, por un sentimiento. Lo más fiel que existe es nuestro cuerpo. Él siempre hace lo correcto; las personas, no. Hay que aprender a entenderlo. Al dueño del cuerpo no le gusta sentir dolor, va al médico, toma pastillas, se aplica inyecciones, ese no es el camino correcto. Hay que encontrar el sentido del dolor, buscar la razón. El hombre llega a los cincuenta años de vida y no sabe ni usar su cuerpo, ni cuidarlo. Cuando hay dolor, algo anda mal y el dolor habla. Cuerpo que duele, cuerpo que crece.
La salud es el objetivo número uno, a través de ella, podemos entender más al mundo que nos rodea. Hay dos tipos de palacios, el que el mundo actual añora -la mejor casa, el mejor auto- y el verdadero palacio: el cuerpo, el alma y el espíritu. Yo soy solo un seguidor de Tao. Tao es acción, es trabajo, es formación. Yo leo a la naturaleza.
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(*) Esfinge, octubre 2010, «La herencia del Emperador Amarillo»
(**) Citas de la revista “Tao” (2014)