El azar: sobre Lilith.
Por Alicia Lapidus

 

SERIE QUE TE QUIERO SERIE

En estos tiempos de encierro y pandemia, algunos dedicamos mucho tiempo a ver series. Mientras miraba a la muy simpática “Lucifer”, de Netflix, me topé con un personaje misterioso: Lilith. El nombre me resonaba, así que emprendí una pequeña investigación sobre ella y resultó una sorpresa.

“Lucifer”-del latín lux, ‘luz’ y fero, ‘llevar’: ‘portador de luz’-es una serie policial, con capítulos unitarios. Pero, al mismo tiempo, desarrolla una trama que avanza de episodio en episodio. Lucifer Morningstar -Estrella de la mañana-, el Diablo, abandona el Infierno del que fue Señor durante millones de millones de años, cansado de la monotonía. Se muda a la ciudad de Los Ángeles -¿qué otra podía ser?- donde dirige su propio club nocturno, llamado ´Lux´, y se convierte en consultor de la policía. Esta serie está basada en un comic de 1989, muy objetado en su momento, por hacer del Diablo un personaje encantador y bondadoso.

VÍVORAS Y DIOSAS

Bajorrelieve Sumerio

La primera referencia escrita al mito de Lilith está en la Epopeya de Gilgamesh, del año 2000 a.C., hallada en el actual Irak. Allí Lilith es un demonio/hembra, que toma la forma de serpiente y habita en un sauce -custodiado por la diosa Inanna-Anath-, en las riveras del Éufrates. En la tablilla XII se dice: «Entre sus raíces, la serpiente «que no conoce reposo», Lilith, había situado su nido; en su copa, el pájaro de la Tempestad, An-zú, había colocado su cría; en el centro Lilith construyó su casa. (…) Gilgamesh empuñó su hacha y entre las raíces del árbol golpeó a la serpiente «que no conoce reposo»; y en su -copa le robó al pájaro de la Tempestad su pequeñuelo, teniendo que huir el pájaro a la montaña. Gilgamesh destruyó la casa de Lilith. Y dispersó sus escombros. Cortó el árbol por las raíces, golpeó su copa, Y luego las gentes de la ciudad vinieron a cortarla. Entregó el tronco a la brillante Inanna para hacerse un lecho y un trono”.

LO DIVINO Y LO TERRESTRE

El origen de la leyenda que presenta a Lilith como primera mujer de Adán se encuentra en una interpretación rabínica del Génesis: «Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó” (Biblia, Gén. 1: 27). Esa es la única alusión a una mujer, creada igual y al mismo tiempo que el primer hombre, que podemos encontrar en el Talmud. La otra mención está en un versículo del profeta Isaías: «Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; también allí reposará Lilith y en él encontrará descanso’’  (Isaías 34:14).

John Collier

Hemos oído hablar de la Torá, libro que recoge los seiscientos trece preceptos de la ley de Dios. También del Talmud, que recoge la tradición oral y la interpretación de los preceptos de la ley. Ambos libros -junto con el Tanaj, que es la suma de la Torá, y el resto de libros que forman el Antiguo Testamento- forman la base de religión judía. Sin embargo, sólo oímos de costado acerca de la Cábala. Se trata de un libro místico judío. Surgió durante la Edad Media, en pleno auge cultural de la religión. Durante esta etapa de esplendor, los sabios judíos se dedicaron a la recopilación de las tradiciones y mitos orales, así como a la interpretación  mística de la Torá, una práctica de carácter esotérico, que intenta acercarse a Dios y a su creación. Se dice que la parte más importante de la Cábala es el libro del ´Zohar´,que contiene la nueva visión de Dios y la interpretación de la religión judía. Allí reaparece Lilith: «La falta de castidad es Lilith, la madre de la multitud mezclada…’’. Lilith es un ser ligado a la perversión, un espíritu maligno que también trae enfermedades y muerte a los niños nacidos de las uniones entre los seres humanos. Aparece, a su vez, en contraposición a Eva, y es el ser que serpentea para hacerla caer en la tentación: «Este es el alma de la criatura que se arrastra a los cuatro rincones del globo, es decir, Lilith’’. En el ´Zohar´ se explica que Eva fue dada a Adán como hembra, ya que Lilith, la primera, no resultó ser una compañía adecuada.

Tomado de Diario El País

Otra de las atrocidades de Lilith consiste en que se apropia del semen que no fue vaciado de manera decente en el “vientre de la mujer”, es decir, del semen de las masturbaciones y de los sueños eróticos. Y se embaraza con él. Por ello siempre está pariendo espíritus malignos. Por último, El ´Zohar´ dice que Lilith seduce a los hombres incautos: “Ella se llena de adornos, como una abominable prostituta, y espera en las esquinas de calles y avenidas para atraer a los hombres. Cuando un tonto se le acerca lo abraza y lo besa, y mezcla su vino con veneno de serpiente para él. Cuando él ha bebido se desvía hacia ella, y cuando ella ve que él se ha desviado del camino de la verdad se quita todos los adornos que se había puesto (y le muestra su verdadero rostro: el de la muerte). He aquí las galas que utiliza para seducir a la humanidad: tiene el cabello largo, rojo como un lirio; la cara blanca y rosada; seis pendientes le cuelgan de las orejas; su cama está hecha de lino egipcio; rodean su cuello todos los ornamentos del Este; su boca está formada como una puerta pequeñita, embellecida con cosméticos; tiene la lengua aguda como espada y sus palabras son suaves como el aceite; labios hermosos, rojos como lirios, endulzados con todas las dulzuras del mundo. Está vestida de púrpura y aderezada con treinta y nueve adornos”.

Rai-wald

EL MITO QUE CONVIENE

El mito de Lilith es contado de diversas maneras. Básicamente, incluye estos eventos: durante la creación, como nos relata el Génesis, Dios creó a todas las plantas y semillas y a todas las bestias del campo, según su especie, para que se reprodujeran y multiplicaran. También, creó al hombre del polvo de la tierra y le insufló su vida a través de su nariz. Pero Adán, al contrario del resto de bestias y de plantas, no se encontraba emparejado y pidió a Dios una compañía adecuada para él. Dios atendió a los deseos de Adán y, del mismo polvo de la tierra, creo a Lilith, la primera mujer de Adán.

Cuando Adán trató de tener relaciones sexuales con ella, eligió ponerse sobre la mujer. Lilith, furiosa, le respondió que esa postura implica dominio, lo cual era injusto, porque Dios los había creado a ambos por igual, es decir, del polvo de la tierra.

Adán montó en cólera y trató de violarla. Frente a esta situación, Lilith pidió ayuda a Dios pronunciando su nombre, lo cual es un pecado mayúsculo. Ante esto, Lilith huyó y fue a caer al Mar Rojo, lleno de malignas criaturas. Allí se unió con Lucifer, y dio a luz a toda una estirpe de demonios. Dios, preocupado por el paradero de la madre de tanto mal, mandó en su búsqueda a tres de sus ángeles, Senoi, Sansenoi y Semangelof.

Los ángeles de Dios la encontraron y le transmitieron el mensaje de Dios. Lilith se negó a regresar. Ante esta desobediencia, Dios, como castigo, la condenó a parir cien hijos por la mañana y que los cien murieran cada noche hasta el fin de los tiempos. En venganza al castigo que Dios le impuso, Lilith hará toda clase de mal a los niños recién nacidos, hasta el séptimo día -la circuncisión- en el varón, y hasta 21 días, en las niñas. Según cuenta la tradición hebrea, la forma de protegerse contra ella es mediante un amuleto que contiene el nombre de los tres ángeles que Dios mandó en su rescate.

Antoine D’agata

Otra versión cuenta que Adán y Lilith fueron creados del mismo bloque de arcilla, espalda con espalda, y posteriormente separados por Dios. Esta versión es contada por Primo Levi, en ‘’Lilith y otros relatos’’.

CRIMEN Y CASTIGO

Esta historia, mito o leyenda, trasluce la mirada de una moral judeocristiana sobre la mujer, cuya función es permanecer bajo deseos y órdenes del hombre. La rebelde es castigada. Aquella que reclama igualdad es expulsada del paraíso.  A la que disfruta de su sexualidad con libertad, le toca el peor de los castigos: el daño a sus hijos.

En contraposición a Lilith, se encuentra la figura de Eva, la mujer de Adán que, engañada por el demonio y pecadora, se arrepiente y asume su culpa. Así es sometida al marido, quien la bautiza y la vuelve la madre de toda la humanidad.

Dos modelos de mujer: una sometida y dedicada al hogar, a su marido y a la voluntad de Dios; y otra malvada, promiscua, que no acepta la autoridad y se rebela contra los designios divinos. Además, de la contraposición está la advertencia: el castigo que le cabe a la mujer, si no se somete y perpetúa un esquema moral.

La moral -no así la ética- practica siempre la dicotomía bien/mal. Por supuesto, de acuerdo a sus cánones. Contra estos mitos y fábulas luchó toda su vida Baruch Spinoza, el filósofo más olvidado, hasta que el cambio cultural le permitió salir de las sombras. No hay bien o mal, están lo bueno y lo malo. Todo depende de las composiciones que se den en los encuentros. Lilith podría bien ser vista como una víctima de abuso de género, pero resultó ser un demonio.

EL “TRIUNFO” DEL BIEN

Retomo entonces el comienzo. En la serie “Lucifer», Lilith renuncia a su inmortalidad, con tal de encontrar el amor, tal como lo ve en los humanos. Una solución de conveniencia para una serie con un demonio de la talla de Lilith.

 

Bibliografía

“Zohar. Libro del esplendor”, Anónimo, Trad. Cohen, Esther y Castaño, Ana.(1994) Conaculta, México.

“Lilith y otros relatos” Primo Levi. Párraga, 2009, pp. 232-232.

“El mito de Lilith, evolución iconográfica y conceptual”, Arantzazu González López.

Graves y Patai, 1986.

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