Los exilios: sobre Dean Reed
Por Luisa Luchetta
EL CHICO DE LA FOTO
Una imagen llega hasta mi, nacida de mi memoria envuelta en minifalda, medias tres cuartos y blancas, zapatos guillermina marrones y mi cabello por siempre despeinado, disimulado por una vincha rosa. Se trata de un muchacho hermoso, de sonrisa blanca. Por allí, se adivinan un par de ojos claros y cabello rubio. Un yanqui encerrado en el cubo del inalcanzable televisor a lamparitas y estabilizador.
Amor a primera vista. Un caballero, como muchos, que desapareció de un momento a otro.
El tiempo me trajo su nombre : Dean Reed.
Dean Cyril Reed nació en Denver, Colorado, Estados Unidos, el 22 de septiembre de 1938. Ese mismo día, se reunían Hitler y Chamberlain, quien opinaba que era mejor mirar hacia otro lado mientras el fürher cenaba a Checoeslovaquia.
Reed creció durante los años de gran prosperidad de los Estados Unidos, desde el fin de la II guerra mundial hasta aproximadamente la primera mitad de los años sesenta.
ENTRE LA MONTURA Y EL SOMBRERO
En 1959, fue descubierto por un agente de Capitol Records. Entonces, Dean tomó su guitarra y se trasladó a Hollywood. Tenía aspecto de galán, cantaba bien, portaba un cuerpo atlético, todo para llegar al éxito.
https://www.youtube.com/watch?v=dWhYiJJe66s://www.youtube.com/watch?v=dWhYiJJe66s
Estudió actuación con Paton Price, profesor también de Kirk Douglas y Jason Robards. Price era pacifista y fue objetor de conciencia de la Segunda Guerra, lo cual le costó cuatro años preso en Pensilvania.
En 1962, durante la”crisis de los misiles” todo lo que oliera a socialismo era perseguido por el establishment. Dean Reed grabó varios discos, sin descollar en su país, pero tuvo gran éxito en esta parte del mundo. En Chile, lo recibieron fanáticas histéricas. Aquí, en la Argentina, participó en programas de televisión y en películas. Quizá, la más famosa fue “Mi primera novia”, con Evangelina Salazar y Palito Ortega.
TRACCIÓN A SANGRE POR FALTA DE MOTOCICLETA
«Pero ver cómo desaparece el sentido de esta vida, la razón de nuestra existencia es insoportable. No se puede vivir sin razones.»
Calígula. Albert Camus
La tierra fértil que Paton Price regó, posiblemente le haya permitido a Dean Reed superponer aquello que sus ojos asombrados percibían aquí, casi en el fin del mundo, con las enseñanzas de su maestro. Dean Reed llenaba estadios en la Argentina, en Chile, en Uruguay. Era popular y, poco a poco, había encontrado la razón de su existencia. Luchar por sus ideas. Difundir el socialismo. Algo sin duda peligroso en los años de la Guerra Fría, colmada de muerte, exilios, dictaduras, listas negras que conocemos muy bien en el occidente libre, democrático y judeocristiano.
En Chile trabó amistad con Salvador Allende y Víctor Jara. También conoció a Julio Cortázar, de quien dijo ser amigo luego de confesarle que nunca había leído un libro suyo.
Visitó el Amazonas para conocer el modo de vida aborigen. Imparable, se presentó en el programa “Sábados Continuados”, en Argentina, donde se relacionó con Horacio Guaraní y otros partidarios comunistas. Conoció a mucha gente dispar, como a José Ignacio Rucci. Siempre con buenas intenciones, con honestidad y con la idea de utilizar su fama para promocionar sus ideas.
En Chile, lavó la bandera de su país frente a la embajada norteamericana.
«Esta bandera está sucia con la sangre de miles de mujeres y niños vietnamitas (…) hombres de la raza negra de los Estados Unidos(…) de los millones de gentes de Sudamérica(…) Como buen norteamericano que ama a su país, hoy, en Santiago de Chile, lavo la bandera de mi patria», dijo. Y ,acto seguido, sacó una botellita con detergente, la echó en un balde y empezó a refregar su bandera.
No la quemó porque amaba a su país, adonde regresaba frecuentemente. Él quería cambiar la sociedad, el mundo. Quizá haya sido ingenuo, pero nada lo movía de sus ideales.
COWBOY INTERNACIONAL
“¡Arriba, parias de la Tierra!
¡En pie, famélica legión!
Atruena la razón en marcha:
es el fin de la opresión.”
La internacional
En 1965, viajó al Congreso por la Paz en Helsinki. Es en este lugar. donde la vida de Reed dio otro giro. Bertrand Russell envió un delegado, que no conformó a los participantes, quienes lo abuchearon. Al ver el revuelo que se había provocado, Dean Reed tomó su guitarra, subió al escenario y se puso a cantar. Pidió que cantaran con él e intentó que los asistentes se tomaran de las manos, como símbolo de fraternidad.
Los delegados, sobre todo de la URSS quedaron entusiasmados con el yanqui socialista. Pronto, sería furor en los países detrás de la cortina de hierro.
A los pocos meses, Onganía se convirtió en dictador al derrocar al radical Arturo Illia, quien fue elegido en elecciones libres (del partido justicialista, proscripto por los militares con apoyo del resto de los partidos políticos). A partir de 1966, Reed filmó en Europa películas del género spaghetti western. También realizó con éxito giras por la Unión Soviética. Llevó su arte a China, Cuba y Nicaragua, entre otros países.
En 1971, intentó ingresar a la Argentina por tercera vez, pero fue detenido y enviado a la cárcel de Devoto, donde limpió los pasillos. En la revista “7 días”, declaró que la primera vez que se le impidió entrar al país fue en 1968, supuestamente, por haberse opuesto a la guerra de Vietnam, a poco más de 17.000 kilómetros de Argentina”.
En la misma entrevista declaró que su casa en Olivos fue baleada, según él, porque se autodefinía como un artista de conciencia social. Estaba a favor de un socialismo democrático para asegurar las necesidades básicas de la mayoría . Su voz afinada con acento gringo cantó «No nos moverán» en un spot de campaña del Frente Amplio de Uruguay.
Jamás se afilió al partido comunista y nunca le fue denegado el pasaporte norteamericano.
https://www.youtube.com/watch?v=w7XZVv6F1NU
DETRÁS DE LA ESCENA
Reed de casó tres veces.
Tuvo tres hijos, Ramona Chimene Guevara Price Reed, en 1968. Alexander, en 1969 y Natalie Reed en 1976.
Luego de conocer a su tercera esposa se instaló en Berlín del este. Allí filmó «El Cantor», en homenaje a su admirado amigo chileno Víctor Jara, asesinado en el Estadio Nacional por orden de Pinochet.
https://www.youtube.com/watch?v=aQh3VvL0QWQ://www.youtube.com/watch?v=aQh3VvL0QWQ
APOCÇALUPSIS O LA REVELACIÓN
Entre los años 1985 y 1991, se produjeron cambios estructurales en la URSS. La Perestroika, a nivel económico. El Glásnot, a nivel político. Ambas implicaban la apertura a Occidente y el progresivo desmembramiento de la URSS.
En este período Dean Reed volvió a los Estados Unidos y dio una entrevista en el programa “60 Minutos”, donde reivindicó la política de la Unión Soviética y China. Confesó su apoyo a Fidel Castro y comparó a Reagan con Gorbachov. Dijo que este último era más pacifista y moral. Además justificó el Muro de Berlín. Estas declaraciones enardecieron a gran parte del público estadounidense. Llegaron miles de cartas insultándolo. Y eso le provocó una tremenda tristeza. Regresó a Berlín.
Un 16 de junio de 1986 lo encontraron flotando en las aguas de un lago cercano a su hogar, con el rostro desfigurado. Hay varias hipótesis acerca de cómo murió. Para su hermano Vernon, fue un suicidio. La policía lanzó la hipótesis de un accidente. Para su hija Ramona, se trató de une asesinato, orquestado por la CIA o la KGB.
NUNCA BUCHÓN, COMO ELVIS
«nobody wanted to pay to see»
Tom Hanks
El famoso actor Tom Hanks anunció en Berlín su intención de filmar la vida de Dean Reed, a quien llamaban “ El Elvis Rojo” o “ Señor Simpatía” para lo cual adquirió los derechos a su viuda. Nunca desarrolló el proyecto. Por lo menos, en estas aguas del sur se desconoce tal film. Hacer de la vida de Reed un proyecto hollywoodense y aggiornado a la media estadounidense sería una falta de respeto. ¿Cuál resultaría el foco de atención del Sr. Hanks? Sabemos bien que los latinoamericanos apareceremos tontos y sucios y los comunistas malos y asesinos. No es que por estos lares no haya tontos, sucios (muchas veces por falta de agua corriente o por la vida en la calle), gente mala ni asesinos. Pero no hay blanco y negro en la historia de Dean Reed. Primordialmente, porque jamás quiso renunciar a su patria, hasta continuó con sus declaraciones juradas al fisco estadounidense, quiso la revolución en el mundo, quiso que triunfara el bien, si es que éste se traduce en que la humanidad tenga sus necesidades satisfechas y en que no haya guerras. Su ideario parece tan naif y frívolo como el de gran parte de sus conciudadanos. Sin embargo, se decidió por un bando. Y el otro se lo hizo pagar. Fue un peregrino. Recorrió ambos hemisferios terrestres, con su razón a cuestas: luchar por divulgar sus ideales. Así, se encarceló a sí mismo, en un mundo donde el mal triunfa y lo transforma todo. Donde se roban las palabras, a los pensamientos los procesan y los asimilan al mero discurso maléfico, mentiroso.
Bibliografía:
https://www.deanreed.de/spanish/index.html
http://www.colericos.com/en_defensa_dean_reed.html. Por Luis Vásquez
Página 12 : 22/01/2005 El Elvis Rojo por Eduardo Montes-Bradley
Artistas varios – Jingles políticos del Uruguay (1950-2004)
https://www.hollywoodreporter.com/news/tom-hanks-john-oliver-bruce-88716