El apego: sobre el libro “Cuando el cerebro dice basta: La trampa de la evolución o por qué nos deprimimos”, de Mariano Alló, Plataforma Editorial, 2020.
Por Verónica Pérez Lambrecht

 

“La responsable principal de la disincronía es la atomización del tiempo. Y también a esta se debe la sensación de que el tiempo pasa mucho más rápido que antes.”
“El aroma del tiempo”, Byung-Chul Han

 

Epecuén, HAP

Mariano Alló es biólogo, nacido en Carhué, provincia de Buenos Aires. Se doctoró en la Universidad de Buenos Aires, bajo la dirección del Dr. Alberto Kornblihtt, con especialización en biología molecular. En 2020 -año de pandemia- publicó su primer libro de características no académicas, donde relata en primera persona el camino de la depresión. Lo aborda con la perspicacia de ser un científico y la astucia de bajar el tópico a un lenguaje accesible a quienes no lo somos.

“Por mi parte, estudié de forma incansable la depresión. Con la mayor rigurosidad científica posible. Con el conocimiento más actualizado. Ese camino de salida es, pues, este libro, atento lector. (…) En el libro encontrarás las bases biológicas de la depresión y cómo estas se relacionan con nuestras historias de vida y experiencias.” (1)

LA METÁFORA DE NIEZSTCHE (2)

La estrategia de escritura se basa en analogías, cuando no, en la propia experiencia. Las analogías y las metáforas son incluso divertidas. De este modo, asimila la biología de los genes, genomas, epigenomas y proteínas a la confección del libro de recetas de Ruperto de Nola, en un dado castillo medieval. El “Libro de guisados” consta de “25.000 recetas, editado en 23 tomos”, y el ayudante Angelo Raffaele Nannini (ARN) tiene la tarea de “copiar las recetas para preparar los platos del día”. De este modo pragmático inicia el texto y muestra cómo el ARN transmite información de los genes para formar proteínas. Así como corrobora el propio Mariano, algunas explicaciones apelan conscientemente al reduccionismo.

Pero vayamos de lleno al libro, estratégicamente dividido en 4 partes:

Restos de ruinas de Epecuén, Gabriel Garrido

En la primera parte, “La caja negra”, se desarrollan aspectos más duros de la genética, la neurociencia, las bases biológicas de la depresión. Claro, arranca con el castillo de Nápoles hasta el ayudante ARN, y sigue: no hay que asustarse, todos somos genes. Así que, mejor entender de qué va.

La segunda sección, “Deconstruyendo la depre”, aborda los distintos y enormes paradigmas en torno a esta enfermedad. La biología está mucho más conectada con nuestra desconexión de lo que podemos imaginar.

Sigue entonces, “La trampa de la evolución”, título que habla por sí mismo. La rapidez con la que la evolución tiene lugar, hace que nos hayamos sobreadaptado a un costo altísimo. Sin embargo, la misma evolución brinda salidas.

Y, por último, “Breve guía de viaje”, donde se plantean cinco claves para salir de la depresión e, incluso, evitar la remisión. Un camino que no es breve y que se da mejor si el entorno empatiza, no abandona y no hostiga.

 

EN EL DIARIO NO HABLABAN DE TI

Invierno de Epecuén, Gabriel Garrido

Los parámetros neuro-biológicos son consecuencia del contexto. Varios estudios muestran que “se encontró que el gen receptor de glucocorticoides, con rol conocido en la respuesta al estrés, tenía marcas específicas y se hallaba apagado en aquellas ratas que habían sido criadas por madres poco cuidadoras. En consecuencia, estas crías mostraban alteraciones en conductas asociadas”. Me pregunto si la depre no es una pandemia invisible, de la que no nos hacemos cargo, en la que el contagio podría estar dado, principalmente, por eventos ambientales y de contexto. ¿No será que muchos pasamos por algún tipo de desconexión de genes? En tal sentido, mientras leía el libro de Mariano, pasé de sentir que el texto me instaba a una especie de autodiagnóstico a entender que apunta precisamente a lo contrario: hay que recurrir a diagnósticos apropiados, a cargo de especialistas apropiados, que asistan con precisión en el tratamiento a seleccionar.

Pero regreso al autor del libro: Mariano Alló tiene sentido de la curiosidad y coquetea con la investigación desde chico. No le pasaron cosas extremadamente graves, tuvo pérdidas dolorosas, sí (de las que incluso se inculpó). No es un rock star, no sufre problemas de droga o violencia familiar. Sin embargo, cayó en una depresión. Contextualizar es el primer parámetro para entender dónde estamos parados, o tirados.

 

LA INTOXICACIÓN DEL DISCURSO COMPETENTE

“Días atrás me había parado en el supermercado justo frente a la sección donde se encuentra el café. Tras permanecer cuarenta minutos mirando cada uno de los paquetes y marcas salí corriendo, al sentirme completamente incapaz de elegir uno. Qué experiencia tan extraña. ¿Cómo era posible? No ser capaz de seleccionar ni una marca de café siquiera… Sé que debe de sonar estúpido, pero para entonces llegué incluso a asustarme. Jamás me había ocurrido semejante cosa y me sentía muy extraño. Como si estuviese alienado o mi mente se hubiese fraccionado en compartimentos que poco a poco hubieran dejado de funcionar. Juro que no miento. ¡Cuarenta minutos! Por tratarse de algo tan estúpido el caso se volvió aterrador. Si algo tan sencillo como comprar un café comportaba semejante escena surrealista, ¡qué no podía esperar de las cosas más transcendentales de mi vida!”

 

Quiero detener el enfoque en una de las tres patas de “la trampa de la evolución”: la corteza prefrontal.

“Durante los 200 millones de años de evolución la selección natural nos ha provisto de tres sistemas claves al brindarnos una serie de ventajas adaptativas que favorecían la supervivencia, a saber: 1. La respuesta al estrés. 2. La respuesta inflamatoria. 3. La tremenda expansión de la corteza prefrontal”.

Invierno de Epecuén, Gabriel Garrido

La corteza prefrontal es, en palabras de Mariano, la máquina de realidad virtual que nos ha diferenciado del resto de los organismos desarrollados. Aun cuando su primera función, en términos de situaciones problemáticas, es de protección, dada la aceleración de los tiempos, la corteza desarrolló un sesgo negativo, mediante el cual activa en todo momento y sin filtro la respuesta a situaciones de estrés y la respuesta inflamatoria. De ese modo, lo que antes era una respuesta eventual se vuelve crónica. Entonces, toca sobreintervenir a conciencia. Lo peor en los estados depresivos genuinos es que esto no se puede hacer. La capacidad de propia intervención apenas asoma en una rendija mediante algún factor clave que permita ponernos en pausa y desactive el encierro en la propia soledad: “El coste que había pagado por intentar sacar adelante una vida normal era altísimo. Por no haber escuchado las señales, por no haberme comprometido con un tratamiento. Por no haber aceptado lo que me pasaba a tiempo. Durante todos esos años de sobreesfuerzo por mostrarme al mundo como una persona normal y esperar a que el problema se resolviera por sí solo, consumí una energía que no tenía. Fue como aceptar un crédito con una tasa de interés imposible de cubrir. Utilicé el dinero cuando lo tenía, pero tarde o temprano iba a pagar las consecuencias”.

¿Somos capaces de ponernos en pausa de modo genuino, sin tanto sometimiento al entorno, al discurso hecho, al sistema tan intensamente angustiante? ¿Cuánto nos dura la pausa? Parecemos humanos que solo corren hacia metas tal vez inalcanzables, hacia ningún destino.

 

CUANDO EL CEREBRO DICE: REVERSIBLE

Mariano brinda una guía rápida, basada en 5 pilares, para salir de la depresión. 4 pueden ser suficientes para casos más leves:

  1. Diagnóstico correcto y consecuente asistencia farmacología.
  2. Soporte psicológico adecuado: el autor recomienda terapia cognitivo-conductual.
  3. Meditación y mindfulness, para apagar ciertos circuitos nocivos de la red.
  4. Actividad física apropiada.
  5. Alimentación adecuada, para inhibir procesos inflamatorios endocrinos y metabólicos.

Así, las diferentes secuencias vinculadas a qué y a cómo usar cada clave dependerán de cada persona que padezca depresión, cuya salida, es única.

Quiero detenerme en la administración de fármacos, tan vilipendiada en la sociedad que nos toca vivir, como si no estuviésemos todos atravesados por sesgos de ansiedad recurrentes. Mariano hace un análisis de los estudios realizados para el uso de diferentes medicaciones, en casos particulares. En especial, cita a los agentes psicodélicos, subsumidos en el oscurantismo por razones político-económicas, los cuales deben ser utilizados en entornos controlados y seguros bajo la supervisión profesional: “(…) los estudios se encuentran en fases de desarrollo y no es mi intención alentar el uso no supervisado de sustancias psicodélicas, sino más bien dar a conocer lo que la ciencia está revelando sobre estas medicinas milenarias. (…) esta vez el oscurantismo no duraría mil años. Durante la última década se ha producido un renacimiento de la investigación sobre los agentes psicodélicos (…) en la actualidad, se están llevando a cabo decenas de estudios en todo el mundo. Los resultados son sencillamente impresionantes”.

¿Cuántas patologías son, también, de origen biológico? Pienso, por ejemplo, en las víctimas de violencia y en los victimarios ¿y si ninguno puede elegir? Como si estuviésemos condicionados por la biología.

Toda esta lectura interpela el mundo en el que vivimos y las consecuencias de su devastadora opresión, que muchas veces avalamos por comodidad, por convencimiento casi religioso. Estamos en una encerrona, pero hay múltiples rendijas de salida o líneas de fuga. Desapegos posibles de esa pátina que nos inmoviliza en el padecer. A por ellas.

Fotomontajes, Juan José Stork

 

(1) Las citas incluidas a través del texto son de “Cuando el cerebro dice basta: La trampa de la evolución o por qué nos deprimimos”, de Mariano Alló

(2) La “metáfora”, en términos nietzscheanos, implica una definición diferente de la usual. Dado que para Nietzsche la verdad no existe, solo aproximamos a la realidad de un hecho mediante metáforas.

dr.marianoallo
“Cuando el cerebro dice basta: La trampa de la evolución o por qué nos deprimimos”, de Mariano Alló, Plataforma Editorial, 2020

 

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